Argerich, de 71 años, radicada en Bruselas, reaparecerá para interpretar un programa con obras de Wolfgang Mozart, Johannes Brahms, Franz Liszt, Dmitri Shostakovich, Serguei Rachmaninoff, Darius Milhaud y Astor Piazzolla.
La pianista quebrará una ausencia que se extiende desde los conciertos que ofreció en el Luna Park y el Coliseo en 2005.
En Rosario tocará en tres encuentros, hoy, mañana y el jueves 25, a partir de las 21, en el Teatro El Círculo.
La serie de presentaciones de Argerich se completará con un concierto el miércoles 23 en el teatro municipal de Tres de Febrero de la ciudad de Paraná.
El principal ladero de Argerich en este ciclo será el pianista rosarino Daniel Rivera, radicado en Italia desde hace 38 años y habitual acompañante de la intérprete en los reducidos círculos que todavía transita, como el Festival de Lugano, en Suiza.
Argerich y Rivera asumirán esta noche un repertorio conformado por la “Sonata en Re mayor KV 381”, de Mozart (tocado a cuatro manos); y, a dos pianos, “Variaciones sobre un tema de Haydn, Op 56b”, de Brahms; “Poema Sinfónico Les Preludes”, de Liszt; “Concertino en La menor, Op. 94”, de Shostakovich; “Suite Nº 2 Op. 17”, de Rachmaninoff y “Suite Scaramouche”, de Milhaud.
Mañana, en tanto, se sumará el bandoneonista Néstor Marconi y el trazado musical de Mozart, Liszt y Milhaud se completará con “Adiós Nonino”, de Astor Piazzolla, “Astoriando”, de Luis Bacalov; y “Para el recorrido”, de Néstor Marconi.
El concierto del jueves 25 servirá para presentar el Martha Argerich Present Project (MAPp), el programa de estímulo para los jóvenes pianistas bajo el estilo interpretativo de la propia Argerich.
Argerich ofrece en la actualidad escasos conciertos pero sus recopilaciones en discos mantienen plena vigencia, con énfasis en autores del siglo XIX (Chopin, Beethoven, Liszt, Tchaikovsky, Brahms).
Nacida en Buenos Aires el 5 de junio de 1941, la pianista tuvo a su madre como primera maestra de música. En 1955, el presidente Juan Perón envió a su padre como agregado económico a la embajada en Viena (Austria) con el objetivo de asegurarle a Argerich la mejor educación musical. Allí comenzó a estudiar con el maestro austríaco Friedich Gulda, su mentor. Y más tarde, en Ginebra, continuó sus estudios con Madeleine Lipatti y Nikita Magaloff. En Buenos Aires, Vicente Scaramuzza los había precedido en la misma tarea de contener el espíritu rebelde de la alumna.
En 1957 ganó el Premio Busoni de Bolzano y el concurso de Ginebra; en 1965 se adueñó del premio Chopin de Varsovia. A los 24 años ya era una pianista reconocida internacionalmente.
A principios de los 80, Argerich decidió no hacer más presentaciones como solista y así lo cumplió hasta marzo de 2000 cuando tuvo una triunfal reaparición en el Carnegie Hall de Nueva York.
FUENTE: www.eldia.com.ar
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