Visitando de nuevo la casa donde pasó su infancia en Los Angeles, donde tomaban lugar las golpizas, Bukowski la llama, irónicamente, "la casa de los horrores", con una voz cansina que reúne a Kevin Spacey y William S. Burroughs con un toque de Tennessee Williams. Esas palizas, confiesa, fueron esenciales para la formación de su estilo literario magro y brutal, que no admitía filtraciones de sentimentalismo. Cuando te pegan sobre bases regulares, dice, "tú dices lo que quieres decir".
Algunas de las entrevistas en la película fueron hechas para la televisión europea. Los fragmentos son hábilmente entrelazados con los recuerdos de sus viejos compañeros de parranda, otros escritores y la segunda esposa de Bukowski, Linda, su musa, con la que se casó en 1985. Sin demasiadas tensiones, la película ofrece razones sólidas para considerar a Bukowski uno de los más importantes poetas estadounidenses cuyo trabajo fue un duro reproche del amable formalismo académico.
Bukowski no disfrutaba siempre de su condición maldita. Un paria en la secundaria, sufrió de un severo acne vulgaris, que cubría su cara con llagas supurantes y que dejó su piel completamente picada. Recuerda haberse quedado fuera, desconsolado y en la oscuridad, de su baile de gala: se sentía demasiado humillado como para dejarse ver.
En años posteriores Bukowski bravuconeaba de sus habilidades sexuales. Sin embargo, permaneció virgen hasta los 24, la edad que tenía cuando publicó su primera historia. Su descripción (en la novela ‘Mujeres')de su iniciación sexual con una mujer obesa a la que acusó injustamente de haberle robado su billetera, es un comienzo espectacularmente poco prometedor para una prolífica actividad sexual, que floreció cuando la fama le ganó admiradoras.
Bukowski era sucinto en sus libros y fuera de ellos. Cita como "cumplido último" el haber sido llamado "un buen camorrero". Comenzó a escribir a los 13 porque le parecía "lo más fácil de hacer". Describe el amor como "una neblina que desaparece con los primeros rayos diurnos de la realidad".
Comenzó a escribir en serio después de viajar durante una década por todo el país, trabajando como peón, bebiendo y peleando, y absorbiendo las crudas experiencias que inspiraron su obra. Más tarde sobrevivió como cartero durante catorce años. Su hábito de la bebida contribuyó a que desarrollara úlceras hemorrágicas en 1956, de lo que no se esperaba de volviera a recuperarse. Pero continuó sus juergas durante más de cuatro décadas más antes de sucumbir ante la leucemia a los 73 años.
Empezó a apostar en las carreras de caballos por sugerencia de una amiga, y el hobby se transformó en adicción, con las caras de los apostantes y sus sueños de ganar como su crucial inspiración. Uno de sus obsesiones era el Ratón Mickey, del que dijo que no tenía "alma" y sentía por Walt Disney y lo que representaba una profunda repugnancia.
Con la publicación de su columna ‘Escritos de un viejo indecente', en la prensa underground, se hizo conocido más allá del mundo de las pequeñas revistas. Su carrera se consolidó después de que John Martin, el fundador de Black Swallow Press, se ofreciera a mantenerlo a flote. Dos décadas más tarde, Bukowski escribió el guión de la película ‘Barfly', 1987, de Barbet Schroeder, en la que Mickey Rourke personificaba a un vagabundo parecido a Bukowski, fanfarrón y bravucón, que el poeta dice que era inexacto. Esa infeliz experiencia inspiró su novela ‘Hollywood', al que describe como el "más torcido, idiota, cruel y estúpido que todos los libros que he leído sobre ese lugar".
El documental incluye un respetuoso tributo de Tom Waits, el cantante y compositor de canciones, que escribió una canción con una versión más tierna de la locura de Bukowski , así como de Bono, Sean Penn, Harry Dean Stanton y el director de cine, Taylor Hackford.
Sutilmente, sin exagerar el caso, ‘Bukowski' muestra su gruñón sujeto sosegándose con la fama. Hacia el final de la película, Bukowski incluso muestra un destello de lo que llama "el pájaro azulejo en mi corazón, que quiere escapar". Pero, obligado a ser honrar su fama, se recompone y dice: "Pero yo estoy demasiado viejo para eso".
Bukowski. Born Into This
Producida y dirigida por John Dullaghan. 108 minutos.
©new york times ©traducción mQh
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