26 junio 2014

Conversación inédita con Ana María Matute

El director del programa de esRadio Música y letra comparte con los lectores de LD las confidencias con la escritora fallecida.

ANDRÉS AMORÓS 


Además de admirar su obra, todos los que hemos conocido a Ana María Matute la hemos apreciado como persona entrañable, tierna, imaginativa, de apariencia débil y gran fortaleza, en el fondo. (No tuvo una vida fácil, desde luego).
A los lectores, les recomiendo Olvidado Rey Gudú, su indudable obra maestra. Y su discurso de ingreso en la Real Academia Española, "En el bosque", donde, alejándose de los tópicos, subraya la trascendencia –y la dureza y la crueldad – de los cuentos infantiles.
Como homenaje a Ana María Matute, reproduzco ahora algunos fragmentos de la conversación pública que tuve con ella en Albacete, el22 de marzo de 1988, dentro del ciclo sobre "Literatura Española Actual" en el marco del programa "Cultural Albacete", de la Fundación Juan March.
Creo que, dentro de la novela española actual eres una figura singular, atípica, difícil de clasificar.
Me parece que sí lo soy. Puede ser una consecuencia de mi tendencia a la soledad: soy muy poco sociable, muy solitaria. Trabajo dentro de mí misma. Siempre he escrito para explicarme a los demás. Quizá la causa radique en mi infancia: desde niña me sentí muy alejada de un mundo que no entendía y lo tuve que inventar.
Suele decirse que, si Kafka hubiera sido feliz, a lo mejor no hubiera escrito. Si, desde pequeña, te hubieras encontrado encajada en el mundo, satisfecha, ¿hubieras sido escritora?
Casi todos los escritores tienen, en el fondo, un problema de soledad, de inadaptación. En general, eso es extensible a muchos seres humanos, pero unos lo llevan con más soltura; otros, con menos; algunos, hacen profesión de ello. En una ocasión, un escritor húngaro me dijo que no conocía más que una internacional, la de los escritores: es verdad, porque existen tantas clases de escritores como de hombres.
¿Te sientes más unida con las escritoras? ¿Hay en tu arte algo peculiarmente femenino?
El escritor es asexuado. Es probable que, al escribir, la mujer tenga unas características específicas, por su condición de mujer, pero yo no me planteo nunca que el hecho de ser mujer pueda influir en mi obra.
En tu vida y en tu obra ha pesado el hecho de ser una niña de la guerra.
Sí, ese hecho fue muy importante, en mi vida, y se refleja en lo que he escrito. Fue como un súbito despertar, porque yo vivía mi infancia en un mundo burgués, con los sentidos amordazados. De repente, irrumpió la vida de verdad, no la inventada. En ese momento tuvimos conocimiento de la existencia de una forma brutal, tajante. Se ha dicho que, en mis libros, existe una gran obsesión por Caín y Abel: es cierto, yo tenía diez años cuando comenzó la guerra y eso marcó profundamente mi trayectoria personal y mi obra.
¿Te encuentras próxima a otros escritores que vivieron esa experiencia y la reflejan en sus obras?
Sobre todo, a los de mi generación: Aldecoa, Jesús Fernández Santos, Juan Goytisolo, Carlos Barral...
La crítica suele decir que, en tu obra, se conjugan la realidad, la imaginación y el juego. ¿Te parece cierto?
Sí pero es aproximado. Yo no conozco a nadie que sepa con exactitud dónde termina la realidad y comienza la fantasía.
También han señalado, en tus relatos, la importancia del tiempo.
Para mí, es una verdadera obsesión, que existe al margen de mi voluntad. En mis primeros cuentos, ya existía esa inquietud, una obsesión, el terror de llegar a ser una mujer...
Algunos críticos te colocan en el grupo de los novelistas sociales. Yo creo que vas por otro camino.
No me identifico con la novela social, no he tenido nada que ver con esa etiqueta. Lo que sí existe en mi obra es una preocupación social: la denuncia de lo injusto, por ejemplo, se da ya en Primera memoria pero yo no pertenezco a esa escuela.
Otros críticos te califican como escritora romántica, de fuertes contrastes pasionales.
Eso puede darse en mis primeras obras; luego, ya no. Algunos críticos te encasillan por el impacto que les producen los primeros libros de un escritor.
Tú empezaste a escribir pronto y tus primeras obras tuvieron éxito. Quizá eso ha contribuido a encasillarte, ha perjudicado tu imagen.
Sin duda. Está claro que mi obra ha ido mejorando, conforme ha ido creciendo. Ahora hago cosas mejores.
Y en esto, como en tantas cosas, Ana María Matute tenía razón.

17 junio 2014

"No reniego de mi naturaleza, no reniego de mis elecciones, de todos modos 
he sido una afortunada. Muchas veces en el dolor se encuentran 
los placeres más profundos, las verdades más complejas, la felicidad mas certera. 
Tan absurdo y fugaz es nuestro paso por el mundo, que solo me deja tranquila 
el saber que he sido autentica, 
que he logrado ser lo mas parecido a mi misma que he podido."
Frida Kahlo

13 junio 2014

Gioconda Belli

Si eres una mujer fuerte
protégete de las alimañas que querrán
almorzar tu corazón.
Ellas usan todos los disfraces de los carnavales de la tierra:
se visten como culpas, como oportunidades, como precios que hay que pagar.
Te hurgan el alma; meten el barreno de sus miradas o sus llantos
hasta lo más profundo del magma de tu esencia
no para alumbrarse con tu fuego
sino para apagar la pasión
la erudición de tus fantasías.

Si eres una mujer fuerte
tienes que saber que el aire que te nutre
acarrea también parásitos, moscardones, 
menudos insectos que buscarán alojarse en tu sangre
y nutrirse de cuanto es sólido y grande en ti.

No pierdas la compasión, pero témele a cuanto conduzca
a negarte la palabra, a esconder quién eres,
lo que te obligue a ablandarte
y te prometa un reino terrestre a cambio 
de la sonrisa complaciente.

Si eres una mujer fuerte
prepárate para la batalla:
aprende a estar sola
a dormir en la más absoluta oscuridad sin miedo
a que nadie te tire sogas cuando ruja la tormenta
a nadar contra corriente.

Entrénate en los oficios de la reflexión y el intelecto
Lee, hazte el amor a ti misma, construye tu castillo 
rodealo de fosos profundos
pero hazle anchas puertas y ventanas

Es menester que cultives enormes amistades
que quienes te rodean y quieran sepan lo que eres
que te hagas un círculo de hogueras y enciendas en el centro de tu habitación
una estufa siempre ardiente donde se mantenga el hervor de tus sueños.

Si eres una mujer fuerte
protégete con palabras y árboles
e invoca la memoria de mujeres antiguas.

Haz de saber que eres un campo magnético
hacia el que viajarán aullando los clavos herrumbados
y el oxido mortal de todos los naufragios.
Ampara, pero ampárate primero 
Guarda las distancias
Constrúyete. Cuidate 
Atesora tu poder
Defiéndelo
Hazlo por ti
Te lo pido en nombre de todas nosotras. 

06 junio 2014

Arbolé, arbolé

Arbolé, arbolé 
seco y verdé. 

La niña del bello rostro 
está cogiendo aceituna. 
El viento, galán de torres, 
la prende por la cintura. 
Pasaron cuatro jinetes 
sobre jacas andaluzas 
con trajes de azul y verde, 
con largas capas oscuras. 
«Vente a Córdoba, muchacha». 
La niña no los escucha. 
Pasaron tres torerillos 
delgaditos de cintura, 
con trajes color naranja 
y espadas de plata antigua. 
«Vente a Sevilla, muchacha». 
La niña no los escucha. 
Cuando la tarde se puso 
morada, con luz difusa, 
pasó un joven que llevaba 
rosas y mirtos de luna. 
«Vente a Granada, muchacha». 
Y la niña no lo escucha. 
La niña del bello rostro 
sigue cogiendo aceituna, 
con el brazo gris del viento 
ceñido por la cintura. 

Arbolé arbolé 
seco y verdé.


Federico García Lorca

01 junio 2014

RAYUELA - CAPÍTULO 20 / JULIO CORTÁZAR

   -Siempre me sospeché que acabarías acostándote con él -dijo Oliveira.
       La Maga tapó a su hijo que berreaba un poco menos, y se frotó las manos con un algodón.
      -Por favor lavate las manos como Dios manda -dijo Oliveira-. Y sacá toda esa porquería de ahí.
      -En seguida -dijo la Maga. Oliveira aguantó su mirada (lo que siempre le costaba bastante) y la Maga trajo un diario, lo abrió sobre la cama, metió los algodones, hizo un paquete y salió de la pieza para ir a tirarlo al water del rellano. Cuando volvió, con las manos rojas y brillantes, Oliveira le alcanzó su mate. Se sentó en el sillón bajo, chupó aplicadamente. Siempre estropeaba el mate, tirando de un lado y del otro la bombilla, revolviéndola como si estuviera haciendo polenta.
      -En fin- dijo Oliveira, sacando el humo por la nariz-. De todos modos me podían haber avisado. Ahora voy a tener seiscientos francos de taxi para llevarme mis cosas a otro lado. Y conseguir una pieza, que no es fácil en esta época.
      -No tenés por qué irte -dijo la Maga-. ¿Hasta cuándo vas a seguir imaginando falsedades?
      -Imaginando falsedades -dijo Oliveira-. Hablás como en los diálogos de las mejores novelas rioplatenses. Ahora solamente te falta reírte con todas las vísceras de mi grotesquería sin pareja, y la rematás fenómeno.
      -Ya no llora más -dijo la Maga, mirando hacia la cama-. Hablemos bajo, va a dormir muy bien con la aspirina. Yo no me he acostado para nada con Gregorovius.
      -Oh sí que te has acostado.
     -No, Horacio. ¿Por qué no te iba a decir? Desde que te conocí no he tenido otro amante que vos. No me importa si lo digo mal y te hacen reír mis palabras. Yo hablo como puedo, no sé decir lo que siento.
      -Bueno, bueno -dijo aburrido Oliveira, alcanzándole otro mate-. Será que tu hijo te cambia, entonces. Desde hace días estás convertida en lo que se llama una madre.
      -Pero Rocamadour está enfermo.
    -Más bien - dijo Oliveira-. Qué querés, a mí los cambios me parecieron en otro orden. En realidad ya no nos aguantamos demasiado.
      -Vos sos el que no me aguanta. Vos sos el que no aguantás a Rocamadour.
      -Eso es cierto, el chico no entraba en mis cálculos. Tres es mal número dentro de una pieza. Pensar que con Ossip ya somos cuatro, es insoportable.
      -Ossip no tiene nada que ver.
      -Si calentaras la pavita -dijo Oliveira.
      -No tiene nada que ver -repitió la Maga-. ¿Por qué me hacés sufrir, bobo? Ya sé que estás cansado, que no me querés más. Nunca me quisiste, era otra cosa una manera de soñar. Andate, Horacio, no tenés por qué quedarte. A mi ya me ha pasado tantas veces... Miró hacia la cama. Rocamadour dormía.
      -Tantas veces -dijo Oliveira, cambiando la yerba-. Para la autobiografía sentimental sos de una franqueza admirable. Que lo diga Ossip. Conocerte y oír enseguida la historia del negro es todo uno.
      -Tengo que decirlo, vos no comprendés.
      -No lo comprenderé, pero es fatal.
      -Yo creo que tengo que decirlo aunque sea fatal. Es justo que uno le diga a un hombre como ha vivido, si lo quiere. Hablo de vos, no de Ossip. Vos me podías contar o no de tus amigas, pero tenía que decirte todo. Sabés, es la única manera de hacerlos irse antes de empezar a querer a otro hombre, la única manera de que pasen al otro lado de la puerta y nos dejen a los dos solos en la pieza.
     -Una especie de ceremonia expiatoria, y por qué no propiciatoria. Primero el negro.
     -Sí -dijo la Maga, mirándolo-. Primero el negro. Después Ledesma.

25 mayo 2014

Sudeste / Haroldo Conti

Siguiendo la otra costa, en una especie de gran recodo o bolsón donde desagua el Diablo, había un extenso banco que ofrecía muy buena pesca. Pero sin bote no tenía cómo cruzar hasta ahí. Sin embargo, una mañana cruzó el río a nado, con una línea bien enrollada envuelta en un trapo y sujeta a la cintura. Teníaentendido que por ahí había un puesto de la Prefectura, de manera que dio un gran rodeo y salió al banco.
Una vez que tiró la línea, pensó si no sería mejor esperar ahí mismo, para no tener que regresar en la tarde. Entonces decidió que echaría un vistazo al banco y que, de regreso, tantearía la línea. Si no tenía nada volvería por ella a la tarde, o a la otra mañana.
Entre ida y vuelta anduvo por ahí más de una hora. Volvió y tanteó la línea. Apenas agarró el hilo comprendió que había enganchado algo y comenzó a recoger con cierta excitación. Uno nunca se acostumbra a esto. El primer y el segundo anzuelo aparecieron limpios, pero al llegar al tercero el agua reventó como un cristal hecho añicos y atrajo con fuerza. Cuando vio de qué se trataba comenzó a silbar y a brincar, sosteniendo el pez en alto.
–¡La gran puta! –dijo, entre silbido y silbido, sintiendo que el brazo se le cansaba.
Era un chafalote de más de medio metro, que no andaría muy lejos de los cuatro kilos. Seguramente se había metido en los juncales persiguiendo a las mojarras. Era un hermoso pez, y su mandíbula inferior empinada como la de un bulldog le daba un aspecto agresivo.
Desenganchó el pez y le estrelló la cabeza contra un tronco, de manera que pudiera cruzar con él al otro lado del río.
Al segundo día de estar en eso del bote aparecieron aquellos extraños y descomunales pájaros. Aparecían por el Sur, a veces un poco al Oeste, a veces un poco al Este, surcaban el ancho cielo en cuestión de segundos, como si se tratara de un patio o algo más chico todavía. A veces aparecía uno solo, pero más a menudo lo hacían en grupos de dos o tres. Volaban muy bajo, lo que los hacía aparecer más rápidos. Había oído que tenían la base en Morón y que a veces estallan en el aire sin dejar rastros. Con el ruido que metían no se podía esperar otra cosa. Siempre estaba esperando que estallaran de un momento a otro, mientras pasaban sobre su cabeza a 600 kilómetros por hora, perseguidos por su propio sonido. Eran los Gloster de la Fuerza Aérea, y una vez le pareció que lo habían visto, porque giraron en el horizonte y pasaron sobre la playa, a tan baja altura que se echó al suelo ensordecido y alcanzó a ver el rostro extrañamente blanco y sereno de uno de los pilotos.

16 mayo 2014

Joaquin Sabina y una nueva gira Latinoamericana


El cantautor y poeta español confirmó que realizará “500 noches para una crisis”, un tour en el que recorrerá diferentes ciudades del interior de Argentina, Chile, Perú, Uruguay y Paraguay, durante septiembre y octubre.

En esta ocasión Sabina interpretará íntegramente y en el mismo orden su 14to. Álbum “19 días y 500 noches” y adelantará algunas creaciones de su nuevo trabajo discográfico, que aún se encuentra en fase de composición.
La propuesta estética de la gira “500 noches para una crisis”, cuyas fechas serán confirmadas en estos días, estará signada por las pinturas y dibujos de Sabina, seleccionados de sus cuadernos de gira, algunos de los cuales forman parte de su último libro “Muy personal” editado el año pasado.
Lanzado en 1999, las letras del disco “19 días y 500 noches” fueron consideradas como las más intimistas y autobiográficas de la carrera del cantante, y sus melodías se fusionan con el rock, la ranchera, la milonga y la balada, entre otros.
El cantautor español ostenta 17 álbumes de estudio, cinco en vivo y tres recopilatorios.
También colaboró con Fito Páez y Serrat cantando dúos y compuso para artistas como Ana Belén o Miguel Ríos, entre otros.
En su faceta literaria Sabina publicó nueve libros con recopilaciones de letras de canciones y poemas. También le dio rienda suelta a sus dibujos como documenta su último libro “Muy personal” editado en 2013 y a artículos de su columna en Público en “El grito en el cielo”, también del año pasado.

Fuente: http://www.eldiariodebuenosaires.com/

07 mayo 2014

Una idea / JULIO CORTÁZAR


Una idea incandescente se me vino esta mañana
una antorcha que flameaba en lo alto de mi mente
pero sola y sin refuerzos tal vez pierda la batalla
ya librada de hace tiempo por tu brillo y un cobarde

un cobarde que vacila entre el olvido y tras la nada
que vacila tras tus pasos y tu melódica mirada
que se pierde encandilado tras el grito de tus ojos
que se aturde enceguecido tras el brillo de tu nombre

que se esconde tras las letras de algún otro nombre
y aún así no se atreve a gritar de quien se esconde
que hace frente tan valiente a enredadas tempestades
y se escapa como un niño al descubrirse a tu lado

que amanece al medio día y se duerme al despedirte
que susurra tan potente y que grita tan despacio
que camina tan de prisa y con los ojos bien cerrados
sin valor por la cornisa que conduce a tu palacio

Una idea de coraje se me vino esta mañana
de sentarnos frente a frente y quitarme el camuflaje
de soplar mis emociones y transformarlas en palabras
en palabras que te expliquen como cae el agua helada

Una idea tan sublime como tantas que me diste
tan tardía y predecible como tantas he tenido
pero sola y sin refuerzos de valor y otros aliados
ha perdido la batalla
ya es de noche
ya te fuiste.

29 abril 2014



a Julio

para que no nos
coman los búfalos
del silencio ni "las
medusas del olvido".
Espero inmensa foto
tuya para mí sola.
(Estas es una de 
mis caras secretas)

Love
Alejandra

26 abril 2014

La Poesía / Octavio Paz


Llegas, silenciosa, secreta,
y despiertas los furores, los goces,
y esta angustia
que enciende lo que toca
y engendra en cada cosa
una avidez sombría.

El mundo cede y se desploma
como metal al fuego.
Entre mis ruinas me levanto,
solo, desnudo, despojado,
sobre la roca inmensa del silencio,
como un solitario combatiente

Verdad abrasadora,
¿a qué me empujas?
No quiero tu verdad,
tu insensata pregunta.
¿A qué esta lucha estéril?
No es el hombre criatura capaz de contenerte,
avidez que sólo en la sed se sacia,
llama que todos los labios consume,
espíritu que no vive en ninguna forma
mas hace arder todas las formas. contra invisibles huestes.

Subes desde lo más hondo de mí,
desde el centro innombrable de mi ser,
ejército, marea.
Creces, tu sed me ahoga,
expulsando, tiránica,
aquello que no cede
a tu espada frenética.

Ya sólo tú me habitas,
tú, sin nombre, furiosa substancia,
avidez subterránea, delirante.

Golpean mi pecho tus fantasmas,
despiertas a mi tacto,
hielas mi frente,
abres mis ojos.

Percibo el mundo y te toco,
substancia intocable,
unidad de mi alma y de mi cuerpo,
y contemplo el combate que combato
y mis bodas de tierra.

Nublan mis ojos imágenes opuestas,
y a las mismas imágenes
otras, más profundas, las niegan,
ardiente balbuceo,
aguas que anega un agua más oculta y densa.
En su húmeda tiniebla vida y muerte,
quietud y movimiento, son lo mismo.

Insiste, vencedora,
porque tan sólo existo porque existes,
y mi boca y mi lengua se formaron
para decir tan sólo tu existencia
y tus secretas sílabas, palabra
impalpable y despótica,
substancia de mi alma.

Eres tan sólo un sueño,
pero en ti sueña el mundo
y su mudez habla con tus palabras.
Rozo al tocar tu pecho
la eléctrica frontera de la vida,
la tiniebla de sangre
donde pacta la boca cruel y enamorada,
ávida aún de destruir lo que ama
y revivir lo que destruye,
con el mundo, impasible
y siempre idéntico a sí mismo,
porque no se detiene en ninguna forma
ni se demora sobre lo que engendra.

Llévame, solitaria,
llévame entre los sueños,
llévame, madre mía,
despiértame del todo,
hazme soñar tu sueño,
unta mis ojos con aceite,
para que al conocerte me conozca.

17 abril 2014

Gabriel García Márquez



"El secreto de una buena vejez no es otra cosa que un pacto honrado con la soledad"

Gabriel García Márquez

15 abril 2014

Lou Reed según Patti Smith

  
La poeta, videoartista, performer y compositora estadounidense Patti Smith recordó al músico Lou Reed, que murió el pasado domingo, con una columna publicada en el semanario New Yorker de la ciudad de Nueva York.

Ese mismo domingo, la artista estaba en la playa, descansando de una agotadora gira por Italia que dos días antes había terminado en la ciudad de Bolonia cuando detectó en su celular un mensaje de su hija anunciándole la muerte del númen de la Velvet Underground.
“Me quedé allí un rato, seguía la trayectoria de un avión que volaba bajo, cuando recibí un mensaje de texto de mi hija, Jesse. Lou Reed había muerto. Me estremecí y respiré hondo”.

“Recientemente, lo había visto en la ciudad con su esposa, Laurie, y había sentido que estaba enfermo. Un cansancio ensombrecía su brillo habitual. Cuando Lou dijo adiós, sus ojos oscuros parecían contener una tristeza infinita y benevolente”, escribió.

Smith y el músico se conocieron en 1970, cuando en los clubs de música neoyorquinos la heroína ya había hecho su trabajo y en el horizonte de la industria despuntaban los engendros que fueron bautizados, con cierta benevolencia, como rock sinfónico.

 Nada de eso les interesaba a estos personajes. “Lou solía parar a ver lo que estábamos haciendo. Un hombre complicado, animaba nuestros esfuerzos, entonces cambiaba y me provocaba como un colegial maquiavélico”.
“Lou llevó la sensibilidad de las artes y las letras a su música. Fue el poeta de Nueva York de nuestra generación, defendiendo a los inadaptados como (Walt) Whitman había defendido a sus trabajadores y (Federico García) Lorca a sus perseguidos”, apunta Smith en otro tramo de su texto.

Así, se materializó en su mente la imagen del barco de “la letra de su gran obra maestra, Heroin. Imaginé que lo esperaba bajo la constelación formada por las almas de los poetas a los que tanto deseaba unirse”.

Luego, descubrió que el 27 de octubre era la fecha “de los cumpleaños de Dylan Thomas y de Sylvia Plath. Lou había elegido el día perfecto para zarpar, el día de los poetas, el domingo por la mañana, el mundo detrás de él”, concluyó la multiartista. 

11 abril 2014

MIGUEL ÁNGEL BUSTOS

ARREGLO CON FRUTAS E INSTRUMENTOS DE VIENTO



Naranjos
hasta cuándo serán naranjos las calles del Tigre
y no el corazón de mi amor.
Pulpa de tu tremenda boca la toqué y se me fue por la noche entre
los naranjos volvió para pegarme como la rama más débil
o la ola más fría iniciando la tormenta
Y yo que creí que nos pondríamos juntos en nuestra vida de mil
años.
Trompa apaga la luz que desciendo solo a la ciudad de los
hombres. Apaga lamento de hierro y bronce entre los
naranjos.
Ahí voy lava tu cuerpo y vamos. Ah santa piel joven el mundo
será nuestro.
Silencio con la sorda alegría. Ahora duerme al fin. Clarín
entre los naranjos.


de "Fragmentos Fantásticos" (1965)

07 abril 2014

VICTORIA OCAMPO


"Yo pensaba que si América es joven, el mundo no lo es

 y que nuestro continente se parece a esos niños

 cuya infancia se marchita de vivir siempre entre adultos.

 América no cree ya en los cuentos de hada, pero lleva en sí

 la eterna necesidad que los hizo nacer. Como necesita creer

 en ellos acabará por inventarlo de nuevo.

Y ése será su milagro"

Victoria Ocampo

02 abril 2014

2 DE ABRIL


La La Guerra de las Malvinas, guerra patria que por un rato unió a los argentinos pisadores y a los argentinos pisados, culmina con la victoria del ejército colonialista de Gran Bretaña.
No se han hecho ni un tajito los generales y coroneles argentinos que habían prometido derramar hasta la última gota de sangre. Quienes declararon la guerra no estuvieron en ella ni de visita. Para que la bandera argentina flameara en estos hielos, causa justa en manos injustas, los altos mandos enviaron al matadero a los muchachitos enganchados por el servicio militar obligatorio, que más murieron de frío que de bala.
No les tiembla el pulso: con mano segura firman la rendición los violadores de mujeres atadas, los verdugos de obreros desarmados.
_____

Eduardo Galeano
De Memoria del fuego (1986) un libro con infinitas lecturas que se presta, de manera especial, para el hipertexto. Estas páginas recogen fragmentos del libro ordenados en forma cronológica y enriquecidos, en algunos casos, con fotografías, audio y textos adicionales tomados de las fuentes originales.

01 abril 2014

OCTAVIO PAZ





¿De qué cielo caído,
oh insólito,
inmóvil solitario en la ola del tiempo?
Eres la duración,
el tiempo que madura
en un instante enorme, diáfano:
flecha en el aire,
blanco embelesado
y espacio sin memoria ya de flecha.
Día hecho de tiempo y de vacío:
me deshabitas, borras
mi nombre y lo que soy,
llenándome de ti: luz, nada.

Y floto, ya sin mí, pura existencia.

20 marzo 2014

Ana Frank relató el horror que más tarde acabaría con su propia vida y la de su familia: el holocausto. Ana Frank, la tristemente famosa autora del diario que narraba la vida clandestina de un grupo de judíos alemanes en la Holanda ocupada por los nazis, moría el 12 de marzo de 1945 en el campo de concentración alemán de Bergen Belsen.



18 marzo 2014

Pyrrhus et Cinéas / SIMONE DE BEAUVOIR

        


“Porque el hombre es trascendencia, jamás podrá imaginar un paraíso. El paraíso es el reposo, la trascendencia negada, un estado de cosas ya dado, sin posible superación. Pero en ese caso ¿qué haremos?, Para que el aire sea respirable tendrá que dejar paso a las acciones, a los deseos, que a su vez tenemos que superar: tendrá que dejar de ser paraíso. La belleza de la tierra prometida es que ella prometía nuevas promesas. Los paraísos inmóviles no pueden prometer más que un eterno aburrimiento.
(…)
Si Dios es la infinitud y la plenitud del ser, no hay distancia entre su proyecto y su ser realidad, su voluntad es el fundamento inmóvil de su ser. Lo que quiere se hace, quiere cuanto es… Tal Dios no es una persona singular, es el universal, el todo inmutable y eterno. Y lo universal es silencioso… La perfección de su ser no deja ningún lugar al hombre porque el hombre no podría trascenderse en Dios si Dios ya está todo entero dado. En tal caso el hombre no es más que un accidente indiferente a la realidad del ser; está en la tierra como un explorador perdido en el desierto; puede ir a la derecha o a la izquierda, puede ir a donde quiera; jamás irá a ningún lugar y la arena cubrirá sus huellas“

           Pyrrhus et Cinéas (fragmento)

13 marzo 2014

"Leopoldo María Panero es el recuerdo del fulgor"

      El editor barcelonés Jorge Herralde ha considerado que Leopoldo María Panero, fallecido hoy, fue un grandísimo poeta, muy inteligente, y del que quedará "el recuerdo del fulgor" por sus poemas con "imágenes imprevistas". Las primeras reacciones han destacado la extraordinaria inteligencia del poeta. El Gobierno canario, comunidad en la que ha fallecido el poeta,  considera que la comunidad cultural canaria y española pierde "uno de sus exponentes de la poesía transgresora y una de las voces más brillantes de su generación".
Herralde ha rememorado que conoció a Panero en la Barcelona de finales de los años sesenta, donde fue un "personaje recurrente, muy amigo de Ana María Moix -fallecida el pasado viernes- y de Félix Azúa". Asimismo, ha opinado que junto con Pere Gimferrer y Ana María Moix, (fallecida el 1 de marzo) fue el tercer "Novísimo" en "brillar de forma espectacular". Por otra parte, ha recordado que dictaba conferencias que eran "como fogonazos, fuera de todo corsé, muy auténticas". "El desquiciamiento psicológico puede llevar a epifanías sobrecogedoras", ha concluido.
El escritor Antonio Colinas, amigo de Leopoldo María Panero, ha asegurado hoy que "debido a su actitud radical, Panero había acabado siendo un rupturista y un maldito, algo que responde tanto a su vida como a su obra". Refiriéndose al primer punto de vista, más profesional, Colinas explica que "la obra de Lepoldo María Panero esta perfectamente a tono con lo que se necesitaba a finales de los años 60 cuando respiraba la poesía social y la neoclásica y había que traer un nuevo lenguaje, unas nuevas lecturas y una nueva sensibilidad".

Luis Antonio de Villena: "Siguió un camino de autodestrucción"

Con respecto a su vida personal, Colinas piensa que, "por encima de toda la teatralidad, lo que explica la vida solitaria e infernal de Panero es el fuerte desarraigo familiar que sufrió con la prematura muerte de su padre".
El editor Chus Visor, quien mantuvo una estrecha relación personal y profesional con Leopoldo María Panero se ha pronunciado hoy sobre la muerte de quien ha sido, según sus palabras, "el único poeta maldito en España". "De palabra ha habido muchos más, pero el único poeta genial que ha habido en muchos años ha sido él", afirma con rotundidad a Efe, tras recordar sus más de 40 años de amistad con el poeta y su familia.
El narrador y poeta Luis Antonio de Villena ha recibido la noticia como "algo esperado desde hacía muchísimos años". "Todos lo que le conocíamos siempre suponíamos que Leopoldo iba a morir joven; pensábamos que iba a ser el primero de su familia en morir y ha sido el último", ha afirmado a Efe el autor, muy cercano a Panero desde joven y amigo de la familia. De él destaca que era "una persona que buscaba la muerte": "Siguió un camino de autodestrucción, que podía ser malo, podría estar uno de acuerdo con él o no, pero era el que había elegido. Y si le hubieran dejado seguir este camino, habría muerto hace mucho".
'Trending topic' en Twitter
La muerte de Panero se ha convertido en  'trending topic' en la red social Twitter, donde comparte tendencias  con otros temas de actualidad como la situación en Crimea o el inicio  del IV Congreso Iberoamericano sobre Redes Sociales que se celebra en  Burgos.
En el caso de Panero, el mundo de las letras y ciudadanos anónimos  se ha volcado en el reconocimiento de una de las figuras destacadas  de la poesía española contemporánea, conocido coloquialmente como "el poeta maldito".  "No tenemos fe al otro lado de esta vida sólo espera el rock and  roll. Baila hasta que la muerte te llame", escribe en su cuenta la  también escritora Lucia Etxebarria.
El propio Panero tenía una cuenta en esta red social, en la que  escribió: "Aquí estoy yo, Leopoldo María Panero, hijo de padre  borracho y hermano de un suicida, perseguido por los pájaros y los  recuerdos que me acechan cada mañana".  Su última entrada es del 12 de julio del año pasado, cuando  escribió: "No llames a mi puerta deja que el viento se lleve tus  labios".

FUENTE: Jorge Herralde: "Leopoldo María Panero es el recuerdo del fulgor"/ http://www.rtve.es/

08 marzo 2014

Envejecer / Silvina Ocampo

Envejecer también es cruzar un mar de humillaciones cada día;
es mirar a la víctima de lejos, con una perspectiva
que en lugar de disminuir los detalles los agranda.
Envejecer es no poder olvidar lo que se olvida.
Envejecer transforma a una víctima en victimario.

Siempre pensé que las edades son todas crueles,
y que se compensan o tendrían que compensarse
las unas con las otras. ¿De qué me sirvió pensar de este modo?
Espero una revelación. ¿Por qué será que un árbol
embellece envejeciendo? Y un hombre espera redimirse
sólo con los despojos de la juventud.

Nunca pensé que envejecer fuera el más arduo de los ejercicios,
una suerte de acrobacia que es un peligro para el corazón.
Todo disfraz repugna al que lo lleva. La vejez
es un disfraz con aditamentos inútiles.
Si los viejos parecen disfrazados, los niños también.
Esas edades carecen de naturalidad. Nadie acepta
ser viejo porque nadie sabe serlo,
como un árbol o como una piedra preciosa.

Soñaba con ser vieja para tener tiempo para muchas cosas.
No quería ser joven, porque perdía el tiempo en amar solamente.
Ahora pierdo más tiempo que nunca en amar,
porque todo lo que hago lo hago doblemente.
El tiempo transcurrido nos arrincona; nos parece
que lo que quedó atrás tiene más realidad
para reducir el presente a un interesante precipicio.

06 marzo 2014

Las pruebas de García Márquez, por Juan Martini

Simpático, ingenioso, empachado de sí mismo, y un toque hortera, Gabriel García Márquez se estiró en el asiento del bar y con las manos cruzadas sosteniéndose la nuca dijo que el narrador de su próxima novela era él pero no era él. Vestido con un overall, una polera de cuello alto y un par de botas amarillas, Gabo sonrió. Estábamos en la terraza del bar que hay en el edificio de la Diagonal donde tiene su oficina la agente literaria Carmen Balcells. La plaza de Calvo Sotelo resplandecía con la luz de una primavera rubia y apenas más allá los árboles del Turó, un pequeño parque enrejado, se espejaban en la fuente. Ricardo Rodrigo era el director de la editorial Bruguera y yo uno de sus editores. Los tres tomábamos cerveza y charlábamos. El narrador de su próxima novela, decía García Márquez, en rigor no era él mismo -aun cuando había vuelto al pueblo del Caribe donde transcurre para terminar de reconstruir los hechos- porque una crónica siempre ficcionaliza lo que cuenta y entonces un personaje real se transforma en un personaje de ficción.
Ya estaban en marcha las negociaciones que de la mano de Ricardo Rodrigo (quien pocos años después fundaría la sólida RBA) y de la consideración recíproca que se tenían con Carmen Balcells culminarían con la compra por parte de Bruguera de los derechos de Crónica de una muerte anunciadapara la edición en rústica y en tapa dura, y de toda la obra anterior de García Márquez para ediciones de bolsillo. Cuando terminó aquel aperitivo García Márquez prometió que la próxima vez que estuviera por Barcelona, ya que se iba no recuerdo adónde, comeríamos un asado. Se ve que el viaje se prolongó más de lo que tenía previsto porque nunca comimos ese asado. Pero parecía mentira y hasta cierto punto emocionante que el autor de más exito de la lengua castellana en el siglo XX tuviese tiempo para entretenerse con ese tipo de promesas.
La cuestión es que un buen día, en 1981, llegó a mi mesa, en la editorial Bruguera, la caja de cartón forrada con papel madera y lomo y cantos de tela color naranja en la que Carmen Balcells envió una fotocopia del original de la nueva novela de Gabriel García Márquez. El contrato tenía más de una cláusula no habitual en los contratos habituales con que autores, agentes y editoriales acuerdan la edición de un libro. Una de esas cláusulas obligaba a la editorial a realizar, además de la edición normal o paperback, una edición de lujo, encuadernada en tapa dura y con los primeros 500 ejemplares numerados que serían para Gabo, quien los firmaría y los regalararía o utilizaría según sus deseos y necesidades.
En aquellos años, en Barcelona, recibí muchos originales o copias de originales de libros fundamentales. El más apreciado, lo he dicho en otra crónica, fue el de la novela Dejemos hablar al viento de Juan Carlos Onetti. Pero en el libro de Onetti me manejé con confianza. También llegó, un mal día, Nadie nada nunca de Juan José Saer. En este caso Rodrigo, por más que insistí, no se atrevió a publicar esa novela porque le había parecido muy compleja y la carpeta gris en la que había llegado partió, con todo el dolor de mi alma, de vuelta. La copia del original de García Márquez me dio miedo.
Otra de las cláusulas no habituales del contrato establecía que García Márquez corregiría una única vez las pruebas, que Bruguera debía proveer las películas a los tres coeditores sudamericanos, y que el libro debía llegar a los lectores sin una sola errata. Quizás esta última exigencia no figuraba en la cláusula pero la escuhé de boca de Balcells y se me grabó a fuego como el undécimo mandamiento.
Bruguera haría una primera edición de 100.000 ejemplares para España. En Argentina lo publicaría Sudamericana, en Colombia la Oveja Negra y en México la editorial Diana. Desde esos tres países el libro llegaría, además, a toda hispanoamérica. Y las películas para la impresión por parte de esas tres casas debían salir de Barcelona sin una sola errata.
Así que leí por primera vez la Crónica para saber qué teníamos entre manos. Después, cuando llegaron las pruebas de galera. Por tercera vez al recibir las pruebas de página y antes de mandárselas a Balcells para que se las mandara a García Márquez. Por cuarta vez cuando García Márquez las devolvió con sus últimas correcciones. Y leí por quinta vez la Crónica de una muerte anunciada después de incorporar las correcciones de Gabo y al pie de las máquinas porque es común que al incorporar una corrección se comentan nuevos errores… Poco después el libro llegó a la calle y no tuve quejas.

Julio Cortázar - Rayuela Cap. 7


Toco tu boca, con un dedo toco el borde de tu boca, voy dibujándola como si saliera de mi mano, como si por primera vez tu boca se entreabriera, y me basta cerrar los ojos para deshacerlo todo y recomenzar, hago nacer cada vez la boca que deseo la boca que mi mano elige y te dibuja en la cara, una boca elegida entre todas, con soberana libertad elegida por mi para dibujarla con mi mano en tu cara, y que por un azar que no busco comprender coincide exactamente con tu boca que sonríe por debajo de la que mi mano te dibuja...

...Me miras, de cerca me miras, cada vez mas de cerca y entonces jugamos al cíclope, nos miramos cada vez mas de cerca y los ojos se agrandan, se acercan entre sí, se superponen y los cíclopes se miran, respirando confundidos, las bocas se encuentran y luchan tibiamente, mordiéndose con los labios, apoyando apenas la lengua en los dientes, Jugando en sus recintos donde un aire pesado va y viene con un perfume viejo y un silencio. Entonces mis manos buscan hundirse en tu pelo, acariciar lentamente la profundidad de tu pelo mientras nos besamos como si tuviéramos la boca llena de flores o de peces, de movimientos vivos, de fragancia oscura. Y si nos mordemos el dolor es dulce, y si nos ahogamos en un breve y terrible absorber simultáneo del aliento, esa instantánea muerte es bella. Y hay una sola saliva y un solo sabor a fruta madura, y yo te siento temblar contra mi como una luna en el agua. (fragmento)



Alejandra Pizarnik - Piedra Fundamental

No puedo hablar con mi voz sino con mis voces.

Sus ojos eran la entrada del templo, para mí, que soy errante, que amo y muero. Y hubiese cantado hasta hacerme una con la noche, hasta deshacerme desnuda en la entrada del tiempo.

Un canto que atravieso como un túnel.

Presencias inquietantes, gestos de figuras que se aparecen vivientes por obra de un lenguaje activo que las alude, signos que insinúan terrores insolubles.

Una vibración de los cimientos, un trepidar de los fundamentos, drenan y barrenan, y he sabido dónde se aposenta aquello tan otro que es yo, que espera que me calle para tomar posesión de mí y drenar y barrenar los cimientos, los fundamentos, aquello que me es adverso desde mí, conspira, toma posesión de mi terreno baldío, no, he de hacer algo, no, no he de hacer nada, algo en mí no se abandona a la cascada de cenizas que me arrasa dentro de mí con ella que es yo, conmigo que soy ella y que soy yo, indeciblemente distinta de ella.

En el silencio mismo (no en el mismo silencio) tragar noche, una noche inmensa inmersa en el sigilo de los pasos perdidos.

No puedo hablar para nada decir. Por eso nos perdemos, yo y el poema, en la tentativa inútil de transcribir relaciones ardientes.

¿A dónde la conduce esta escritura? A lo negro, a lo estéril, a lo fragmentado.

Las muñecas desventradas por mis antiguas manos de muñeca, la desilusión al encontrar pura estopa (pura estepa tu memoria): el padre, que tuvo que ser Tiresias, flota en el río. Pero tú, ¿por qué te dejaste asesinar escuchando cuentos de álamos nevados?

Yo quería que mis dedos de muñeca penetraran en las teclas. Yo no quería rozar, como una araña, el teclado. Yo quería hundirme, clavarme, fijarme, petrificarme. Yo quería entrar en el teclado para entrar adentro de la música para tener una patria. Pero la música se movía, se apresuraba. Sólo cuando un refrán reincidía, alentaba en mí la esperanza de que se estableciera algo parecido a una estación de trenes, quiero decir: un punto de partida firme y seguro; un lugar desde el cual partir, desde el lugar, hacia el lugar, en unión y fusión con el lugar. Pero el refrán era demasiado breve, de modo que yo no podía fundar una estación pues no contaba más que con un tren algo salido de los rieles que se contorsionaba y se distorsionaba. Entonces abandoné la música y sus traiciones porque la música estaba más arriba o más abajo, pero no en el centro, en el lugar de la fusión y del encuentro. (Tú que fuiste mi única patria ¿en dónde buscarte? Tal vez en este poema que voy escribiendo.)

Una noche en el circo recobré un lenguaje perdido en el momento que los jinetes con antorchas en la mano galopaban en ronda feroz sobre corceles negros. Ni en mis sueños de dicha existirá un coro de ángeles que suministre algo semejante a los sonidos calientes para mi corazón de los cascos contra las arenas. (Y me dijo: Escribe; porque estas palabras son fieles y verdaderas.)

(Es un hombre o una piedra o un árbol el que va a comenzar el canto...)

Y era un estremecimiento suavemente trepidante (lo digo para aleccionar a la que extravió en mí su musicalidad y trepida con más disonancia que un caballo azuzado por una antorcha en las arenas de un país extranjero).

Estaba abrazada al suelo, diciendo un nombre. Creí que me había muerto y que la muerte era decir un nombre sin cesar.

No es esto, tal vez, lo que quiero decir. Este decir y decirse no es grato. No puedo hablar con mi voz sino con mis voces. También este poema es posible que sea una trampa, un escenario más.

Cuando el barco alternó su ritmo y vaciló en el agua violenta, me erguí como la amazona que domina solamente con sus ojos azules al caballo que se encabrita (¿o fue con sus ojos azules?). El agua verde en mi cara, he de beber de ti hasta que la noche se abra. Nadie puede salvarme pues soy invisible aun para mí que me llamo con tu voz. ¿En dónde estoy? Estoy en un jardín.

Hay un jardín.


Las olas - Virginia Woolf

El sol no había nacido todavía. Hubiera sido imposible distinguir el mar del cielo, excepto por los mil pliegues ligeros de las ondas que le hacían semejarse a una tela arrugada. Poco a poco, a medida que una palidez se extendía por el cielo, una franja sombría separó en el horizonte al cielo del mar, y la inmensa tela gris se rayó con grandes líneas que se movían debajo de su superficie, siguiéndose una a otra persiguiéndose en un ritmo sin fin. Al aproximarse a la orilla, cada una de ellas adquiría forma, se hinchaba y se rompía arrojando sobre la arena un delgado velo de blanca espuma. La ola se detenía para alzarse enseguida nuevamente, suspirando como una criatura dormida cuya respiración va y viene inconscientemente. Poco a poco, la franja oscura del horizonte se aclaró: se hubiera dicho un sedimento depositado en el fondo de una vieja botella, dejando al cristal su transparencia verde. En el fondo, el cielo también se hizo translúcido, cual si el sedimento blanco se hubiera desprendido lo cual si el brazo de una mujer tendida debajo del horizonte hubiera alzado una lámpara, y bandas blancas, amarillas y verdes se alargaron sobre el cielo, igual que las varillas de un abanico. Enseguida la mujer alzó más alto su lámpara y el aire pareció dividirse en fibras, desprenderse de la verde superficie en una palpitación ardiente de fibras amarillas y rojas, como los resplandores humeantes de un fuego de alegría. Poco a poco las fibras se fundieron en un solo fluido, en una sola incandescencia que levantó la pesada cobertura gris del cielo transformándola en un millón de átomos de un azul tierno. La superficie del mar fue adquiriendo gradualmente transparencia y yació ondulando y despidiendo destellos hasta que las franjas oscuras desaparecieron casi totalmente. El brazo que sostenía la lámpara se alzó todavía más, lentamente, se alzó más y más alto, hasta que una inmensa llama se hizo visible: un arco de fuego ardió en el borde del horizonte, y a su alrededor el mar ya no fue sino una sola extensión de oro. La luz golpeó sucesivamente los árboles del jardín iluminando una tras otra las hojas, que se tornaron transparentes. Un pájaro gorjeó muy alto; hubo una pausa: más abajo, otro pájaro repitió su gorjeo. El sol utilizó las paredes de la casa y se apoyó, como la punta de un abanico, sobre una persiana blanca; el dedo del sol marcó sombras azules en el arbusto junto a la ventana del dormitorio. La persiana se estremeció dulcemente. Pero todo en la casa continuó siendo vago e insustancial. Afuera, los pájaros cantaban sus vacías melodías. (fragmento) 1931

Virginia Woolf - Orlando

"Habiendo interrogado al hombre y al pájaro y a los insectos (porque los peces, cuentan los hombres que para oírlos hablar han vivido años su soledad de verdes cavernas, nunca, nunca lo dicen, y tal vez lo saben por eso mismo), habiendo interrogado a todos ellos sin volvernos más sabios, sino más viejos y más fríos -porque ¿no hemos, acaso, implorado el don de aprisionar en un libro algo tan raro y tan extraño, que uno estuviera listo a jurar que era el sentido de la vida?- fuerza es retroceder y decir directamente al lector que espera, todo trémulo, escuchar qué cosa es la vida: ¡ay! no lo sabemos. " (fragmento)

“Cuando los besos saben a alquitrán, cuando las almohadas son de hielo,
cuando el enfermo aprende a blasfemar,
cuando no salen trenes para el
cielo,
a la hora de maldecir,
a la hora de mentir.
Cuando marca sus
cartas el tahúr
y rompe el músico su partitura
y vuelve Nosferatu al
ataúd
y pasa el camión de la basura,
a la hora de crecer,
a la hora
de perder,
cuando ladran los perros del amanecer.”

__

“En la posada del fracaso,
donde no hay consuelo ni ascensor,
el desamparo y la humedad
comparten colchón
y cuando, por la calle,
pasa la vida, como un huracán,
el hombre del traje gris
saca un sucio calendario del
bolsillo y grita
¿quién me ha robado el mes de abril?
¿pero cómo pudo sucederme a mí?
¿quién me ha robado el mes de abril?
Lo guardaba en el cajón
donde guardo el corazón.”

__

“Cuando agoniza la fiesta
todas encuentran pareja
menos Lola
que se va, sin ser besada,
a dormirse como cada
noche sola
y una lágrima salada
con sabor a mermelada
de ternura
moja el suelo de su alcoba
donde un espejo le roba
la hermosura.
Nadie sabe cómo le queman en la boca
tantos besos que no ha dado,
tiene el corazón tan de par en par y tan oxidado.”

__

“Algunas veces vivo, y otras veces
la vida se me va con lo que escribo,
algunas veces busco un adjetivo
inspirado y posesivo que te arañe el corazón.
luego arrojo mi mensaje,
se lo lleva de equipaje
una botella…, al mar de tu incomprensión.
No quiero hacerte chantaje,
sólo quiero regalarte una canción.”

__

“Desnuda se sentía igual que un pez en el agua,
vestirla era peor que amortajarla,
inocente y perversa como un mundo sin dioses,
alegre y repartida como el pan de los pobres.
No quise retenerla, ¿de qué hubiera servido
deshacer las maletas del olvido?
Pero no sé qué diera por tenerla ahora mismo
mirando por encima de mi hombro lo que escribo.
Le di mis noches y mi pan, mi angustia, mi risa,
a cambio de sus besos y su prisa,
con ella descubrí que hay amores eternos
que duran lo que dura un corto invierno.”

__

“No soporta el dolor, le divierte inventar
que vive lejos, en un raro país,
cuando viaja en sueños lo hace sin mí,
cada vez que se aburre de andar, da un salto mortal.
Cuando el sol fatigado se dedica a manchar
de rosa las macetas de mi balcón
juega conmigo al gato y al ratón,
si le pido “quédate un poco más”, se viste y se va.
Cuanto más le doy ella menos me da
Por eso a veces tengo dudas, ¿no será un tal Judas
el que le enseñó a besar?”