19 abril 2009

"Ausencias" / Gustavo Germano



"Ausencias" es un proyecto que partiendo de material fotográfico de álbumes familiares muestra quince casos a través de los cuales se pone rostro al universo de los que ya no están: trabajadores, militantes barriales, estudiantes, obreros, profesionales, familias enteras; ellas y ellos víctimas del plan sistemático de represión ilegal y desaparición forzada de personas, instaurado por la dictadura militar argentina, entre 1976 y 1983.

“Las personas fotografiadas ahora están marcando con su presencia la ausencia de la persona querida", dijo a los medios españoles el fotógrafo argentino que está radicado en Barcelona.
De los 14 casos, tal vez uno de los más impactantes por la cercanía del autor, es la de Eduardo Raúl, el hermano de Germano.
"Hicimos un viaje a Uruguay y mi padre para ahorrarse una fotografía de cada uno para pasar la frontera nos hizo una a los cuatro juntos, una de las pocas que tenemos. Mi hermano cumpliría el 26 de febrero 50 años", rememora el fotógrafo sobre la fotografía que se contrapone al reflejo del traumático vacío.
"Ausencias" se expuso por primera vez en Casa América Catalunya y cuando concluya en Casa América de Madrid, viajará hasta el Centro Cultural Recoleta. Luego seguirá su recorrido por Entre Ríos y Santiago de Chile.
El fotógrafo argentino radicado en Barcelona,
Gustavo Germano, regresa 30 años después, acompañado con su cámara a los familiares y amigos a los mismos lugares en que fueron tomadas aquellas fotografías para, en similares condiciones, volver a hacerlas; ahora con la hiriente presencia de la ausencia del ser querido.

91 comentarios:

Anónimo dijo...

a esto llamo hacer un buen trabajo

Anónimo dijo...

Tenía entendido que en democracia hay que destronar un tiempo a las personas para que manifiesten sus capacidades. Ese aguante y civismo, me temo, no la verán nuestros ojos, (quizás los tuyos que sos joven) y tus hijos.
No obstante, viendo este post, retrocedo y digo: todo llega, tarde, pero llega. Y la vida, de alguna manera sigue.
Un abrazo hermano.
Desde Los Ángeles.
Javier

Cecilia dijo...

Es brutal la muestra, Iván, tan brutal como las imágenes sin palabras, tanto así como lo que sucedió.
Un beso enorme.

Martina dijo...

Ciertamente el material es fuertísimo. Pero es una manera de demostrar que las “denuncias” pueden hacerse sin voz.
Gracias por mostrarlo, Iván
Un beso.

Anónimo dijo...

Que se muestre!
Saludos

Anónimo dijo...

Increíble forma de mostrar.

Anónimo dijo...

Y creo fué expuesta de manera simultánea en tres países.

Roberto dijo...

muy buen material

Anónimo dijo...

Y Pensar Que Todavia Unos Cuantos Cararota Dicen Que Andan De Paseo. Este Trabajo Fue Presentado En Diversdad De Lugares, Y Es Bueno Que Se Siga Presentando En Todos Los Lugares Que Sea Posible, Muy Buen Post Y Te Felicito Por Eso. Un Fuerte Abrazo :)

Anónimo dijo...

Si señor, excelente que esto se muestre.
Un abrazo
Conrado Avalos

Mariana dijo...

Imposible no mirar esto,
saludos.

JuEgoVerBal dijo...

Mudándome..y siguiéndote siempre!

Anónimo dijo...

Impresionante, y bueno es divulgarlo.
Saludos a todos.
Carmen

Martha dijo...

De caber la expresión,
mejor resultaría irrealizable.
Descomunal muestra y labor.
Un abrazo.

Anónimo dijo...

De acuerdo con las palabras de Desierto.
Gracias por dar a conocer esto,
desde Lima,
un abrazo.
Ricardo

Anónimo dijo...

Muy buena.
Saludos

Laura dijo...

Excelente.

Dinko dijo...

Pocos son quienes pasan por alto la masacre realizada durante la dictadura militar en Argentina.
Grande es este trabajo.
Un abrazo.

Belkis dijo...

Es bueno conocer esto, saludos.

Flavia dijo...

Cuantos culpables podrían apagarse si otras almas hablaran,
un beso Iván.

Efrain dijo...

Excelente muestra que sin palabras dice mucho más, muchísimo más, de lo que hemos visto hasta el momento.
Saludos, Iván

Anónimo dijo...

Buenísima

Raquel dijo...

Diferente manera de denunciar una barbarie.

Anónimo dijo...

Impecable es esta muestra. Germano muestra el horror de otra manera.
Saludos.
Héctor Casas

Anónimo dijo...

Duro trabajo para quien la realizó, duro de ver.

claudio dijo...

Para no dejar pasar.

JuanC dijo...

"ver lo que ya no está"

abrazo

Vir dijo...

Muy interesante muestra, no obstante, terrible.
Saludos

Anónimo dijo...

Bien por mostrar esto. Había visto parte de las fotos, no su totalidad.

Anónimo dijo...

Muy muy bueno.

Anónimo dijo...

muy muy buena

Anónimo dijo...

Esta parte de la historia también debe saberse. Y pensar que hay quienes todavía niegan esta realidad...
Beso, Iván.
Laura

Victor dijo...

Fotografías imperdibles, saludos.

Anónimo dijo...

Es una obligación saber esto.

Anónimo dijo...

Cuando se informa, se agradece.
Un abrazo desde Colombia, Iván.

Jairo

Anónimo dijo...

Para verla y recordar que no debemos olvidar,
saludos.

Anónimo dijo...

Buena muestra, terribles ausencias.

Anónimo dijo...

En cada fotografía, el recuerdo.
Saludos Iván.
Teresa

Manuel dijo...

tantas son las formas de dar a conocer, de comunicar, la muestra de Germano es prueba fiel de que no siempre hacen falta palabras

saludos, Iván

Rebeca dijo...

Es que a veces, las palabras mal expresadas entorpecen lo que en verdad es y ha sido la realidad, Manuel.

Un beso, Iván.

Mirko dijo...

La había visto, y es para verla siempre, por eso de que tendemos a olvidarnos después de un tiempo de las cosas atroces que pasaron (y pasan)
Saludos

Anónimo dijo...

Ausencias pero no olvidos.

Calero dijo...

Pues excelente la visión.
Abrazo

Anónimo dijo...

La terrible historia de la dictadura, la conocemos. El título que acompaña, es increíble.
Un abrazo Iván.

Juan Manuel Alonso

Antonio dijo...

De primera linea es este trabajo de Germano, saludos.

Fausto dijo...

Un gran trabajo de alguien a quien lo tocó de cerca esta barbaridad.
Saludos.

García dijo...

Concuerdo con Desierto, muchísima gente niega estos asesinatos.

Marco dijo...

"presencia de la ausencia", dice el autor, me quedo con esas tremendas palabras.
Un abrazo, Sir.

Mariano Onega dijo...

Muy buen trabajo, no solo por lo que significa, sino por el esfuerzo de haber localizado a estas personas tanto tiempo después.

Anónimo dijo...

Impactante, NO AL OLVIDO.

Anónimo dijo...

gran trabajo

Anónimo dijo...

bien por publicar este material

Anónimo dijo...

Un gran trabajo.

ANA dijo...

no a olvido

SOA dijo...

Es bueno des a conocer esto.

Anónimo dijo...

Abrazo

Jorgelin@ dijo...

Excelente trabajo que deja constancia del horror cometido por la dictadura.
Abrazo.

mariana dijo...

todo a la vista

besos

Taleno dijo...

Excelente que lo hayas publicado.

JUANDIEGO dijo...

GRAN APORTE BLOGGERO
UN ABRAZO

Anónimo dijo...

Material original, para no perdérselo.

Anónimo dijo...

Me alegra que cuelgues este tipo de información.
De tus trabajos, mi favorito, ‘intento que entiendas’.

Un abrazo, querido.
Ana Elena

Anónimo dijo...

parte de nuestra historia, como si fuese poco

saludos mister

Denis

Anónimo dijo...

Felicitaciones

Valeria dijo...

Muy bien, que circule.
Abrazo

Oscar dijo...

Muy digno trabajo, aunque muchos prefieran continuar mirando hacia otro lado.

Un abrazo Iván.

Julián dijo...

Son los ausentes quienes encienden la memoria. Un abrazo.

Analía dijo...

Benditos valientes.

Un beso

Anónimo dijo...

BIEN

Aldo

Mónica dijo...

Excelente trabajo,
Saludos

Anónimo dijo...

Tal cual!
Abrazo

Anónimo dijo...

NO AL OLVIDO

Hilda dijo...

La voz
de la memoria.
Beso

Esteban dijo...

…o la memoria ante el silencio.
Un abrazo.

CARMEN dijo...

BIEN POR ESTO

SALUDOS

Miguel dijo...

Las imágenes penetrantes recordándonos aquellos horrores. Un abrazo, Iván

Anónimo dijo...

Felicitaciones.

SALVADOR dijo...

Fantástico documento, un abrazo.

Anónimo dijo...

Gracias por darlo a conocer.
Un saludo desde Venezuela,

Beatríz

Ezequiel dijo...

Excelente Ivano, felicitaciones por mostrar la muestra.
Un abrazo

Taty dijo...

Brillante trabajo.

Anónimo dijo...

Terrible. Bien por difundirlo.
Saludos

Américo

Anónimo dijo...

Se agradece la difusión.
Abrazo grande.

Matías Bermejo

Anónimo dijo...

No al OLVIDO.
Abrazo

Carlos dijo...

Que bueno, realmente que buen trabajo. Abrazo

Anónimo dijo...

excelente muestra
federico

MARIO dijo...

Desconocía por completo este trabajo, Ivano. Imperdonable.
Un abrazo

Chino dijo...

La mejor manera de informar lo sucedido.
Un abrazo

Carla dijo...

Realmente es tremenda, como lo que pasó.
Un beso

Anónimo dijo...

Por eso la evidencia sin palabra alguna, para que lo tremendo jamás se olvide.
Sos un comprometido total, Iván. Te felicito por todos los compromisos adquiridos.
Un beso, Alicia Ledesma

César dijo...

Lo mejor, si cabe la palabra, respecto a semejante tema.
Un abrazo

Julio Cortázar - Rayuela Cap. 7


Toco tu boca, con un dedo toco el borde de tu boca, voy dibujándola como si saliera de mi mano, como si por primera vez tu boca se entreabriera, y me basta cerrar los ojos para deshacerlo todo y recomenzar, hago nacer cada vez la boca que deseo la boca que mi mano elige y te dibuja en la cara, una boca elegida entre todas, con soberana libertad elegida por mi para dibujarla con mi mano en tu cara, y que por un azar que no busco comprender coincide exactamente con tu boca que sonríe por debajo de la que mi mano te dibuja...

...Me miras, de cerca me miras, cada vez mas de cerca y entonces jugamos al cíclope, nos miramos cada vez mas de cerca y los ojos se agrandan, se acercan entre sí, se superponen y los cíclopes se miran, respirando confundidos, las bocas se encuentran y luchan tibiamente, mordiéndose con los labios, apoyando apenas la lengua en los dientes, Jugando en sus recintos donde un aire pesado va y viene con un perfume viejo y un silencio. Entonces mis manos buscan hundirse en tu pelo, acariciar lentamente la profundidad de tu pelo mientras nos besamos como si tuviéramos la boca llena de flores o de peces, de movimientos vivos, de fragancia oscura. Y si nos mordemos el dolor es dulce, y si nos ahogamos en un breve y terrible absorber simultáneo del aliento, esa instantánea muerte es bella. Y hay una sola saliva y un solo sabor a fruta madura, y yo te siento temblar contra mi como una luna en el agua. (fragmento)



Alejandra Pizarnik - Piedra Fundamental

No puedo hablar con mi voz sino con mis voces.

Sus ojos eran la entrada del templo, para mí, que soy errante, que amo y muero. Y hubiese cantado hasta hacerme una con la noche, hasta deshacerme desnuda en la entrada del tiempo.

Un canto que atravieso como un túnel.

Presencias inquietantes, gestos de figuras que se aparecen vivientes por obra de un lenguaje activo que las alude, signos que insinúan terrores insolubles.

Una vibración de los cimientos, un trepidar de los fundamentos, drenan y barrenan, y he sabido dónde se aposenta aquello tan otro que es yo, que espera que me calle para tomar posesión de mí y drenar y barrenar los cimientos, los fundamentos, aquello que me es adverso desde mí, conspira, toma posesión de mi terreno baldío, no, he de hacer algo, no, no he de hacer nada, algo en mí no se abandona a la cascada de cenizas que me arrasa dentro de mí con ella que es yo, conmigo que soy ella y que soy yo, indeciblemente distinta de ella.

En el silencio mismo (no en el mismo silencio) tragar noche, una noche inmensa inmersa en el sigilo de los pasos perdidos.

No puedo hablar para nada decir. Por eso nos perdemos, yo y el poema, en la tentativa inútil de transcribir relaciones ardientes.

¿A dónde la conduce esta escritura? A lo negro, a lo estéril, a lo fragmentado.

Las muñecas desventradas por mis antiguas manos de muñeca, la desilusión al encontrar pura estopa (pura estepa tu memoria): el padre, que tuvo que ser Tiresias, flota en el río. Pero tú, ¿por qué te dejaste asesinar escuchando cuentos de álamos nevados?

Yo quería que mis dedos de muñeca penetraran en las teclas. Yo no quería rozar, como una araña, el teclado. Yo quería hundirme, clavarme, fijarme, petrificarme. Yo quería entrar en el teclado para entrar adentro de la música para tener una patria. Pero la música se movía, se apresuraba. Sólo cuando un refrán reincidía, alentaba en mí la esperanza de que se estableciera algo parecido a una estación de trenes, quiero decir: un punto de partida firme y seguro; un lugar desde el cual partir, desde el lugar, hacia el lugar, en unión y fusión con el lugar. Pero el refrán era demasiado breve, de modo que yo no podía fundar una estación pues no contaba más que con un tren algo salido de los rieles que se contorsionaba y se distorsionaba. Entonces abandoné la música y sus traiciones porque la música estaba más arriba o más abajo, pero no en el centro, en el lugar de la fusión y del encuentro. (Tú que fuiste mi única patria ¿en dónde buscarte? Tal vez en este poema que voy escribiendo.)

Una noche en el circo recobré un lenguaje perdido en el momento que los jinetes con antorchas en la mano galopaban en ronda feroz sobre corceles negros. Ni en mis sueños de dicha existirá un coro de ángeles que suministre algo semejante a los sonidos calientes para mi corazón de los cascos contra las arenas. (Y me dijo: Escribe; porque estas palabras son fieles y verdaderas.)

(Es un hombre o una piedra o un árbol el que va a comenzar el canto...)

Y era un estremecimiento suavemente trepidante (lo digo para aleccionar a la que extravió en mí su musicalidad y trepida con más disonancia que un caballo azuzado por una antorcha en las arenas de un país extranjero).

Estaba abrazada al suelo, diciendo un nombre. Creí que me había muerto y que la muerte era decir un nombre sin cesar.

No es esto, tal vez, lo que quiero decir. Este decir y decirse no es grato. No puedo hablar con mi voz sino con mis voces. También este poema es posible que sea una trampa, un escenario más.

Cuando el barco alternó su ritmo y vaciló en el agua violenta, me erguí como la amazona que domina solamente con sus ojos azules al caballo que se encabrita (¿o fue con sus ojos azules?). El agua verde en mi cara, he de beber de ti hasta que la noche se abra. Nadie puede salvarme pues soy invisible aun para mí que me llamo con tu voz. ¿En dónde estoy? Estoy en un jardín.

Hay un jardín.


Las olas - Virginia Woolf

El sol no había nacido todavía. Hubiera sido imposible distinguir el mar del cielo, excepto por los mil pliegues ligeros de las ondas que le hacían semejarse a una tela arrugada. Poco a poco, a medida que una palidez se extendía por el cielo, una franja sombría separó en el horizonte al cielo del mar, y la inmensa tela gris se rayó con grandes líneas que se movían debajo de su superficie, siguiéndose una a otra persiguiéndose en un ritmo sin fin. Al aproximarse a la orilla, cada una de ellas adquiría forma, se hinchaba y se rompía arrojando sobre la arena un delgado velo de blanca espuma. La ola se detenía para alzarse enseguida nuevamente, suspirando como una criatura dormida cuya respiración va y viene inconscientemente. Poco a poco, la franja oscura del horizonte se aclaró: se hubiera dicho un sedimento depositado en el fondo de una vieja botella, dejando al cristal su transparencia verde. En el fondo, el cielo también se hizo translúcido, cual si el sedimento blanco se hubiera desprendido lo cual si el brazo de una mujer tendida debajo del horizonte hubiera alzado una lámpara, y bandas blancas, amarillas y verdes se alargaron sobre el cielo, igual que las varillas de un abanico. Enseguida la mujer alzó más alto su lámpara y el aire pareció dividirse en fibras, desprenderse de la verde superficie en una palpitación ardiente de fibras amarillas y rojas, como los resplandores humeantes de un fuego de alegría. Poco a poco las fibras se fundieron en un solo fluido, en una sola incandescencia que levantó la pesada cobertura gris del cielo transformándola en un millón de átomos de un azul tierno. La superficie del mar fue adquiriendo gradualmente transparencia y yació ondulando y despidiendo destellos hasta que las franjas oscuras desaparecieron casi totalmente. El brazo que sostenía la lámpara se alzó todavía más, lentamente, se alzó más y más alto, hasta que una inmensa llama se hizo visible: un arco de fuego ardió en el borde del horizonte, y a su alrededor el mar ya no fue sino una sola extensión de oro. La luz golpeó sucesivamente los árboles del jardín iluminando una tras otra las hojas, que se tornaron transparentes. Un pájaro gorjeó muy alto; hubo una pausa: más abajo, otro pájaro repitió su gorjeo. El sol utilizó las paredes de la casa y se apoyó, como la punta de un abanico, sobre una persiana blanca; el dedo del sol marcó sombras azules en el arbusto junto a la ventana del dormitorio. La persiana se estremeció dulcemente. Pero todo en la casa continuó siendo vago e insustancial. Afuera, los pájaros cantaban sus vacías melodías. (fragmento) 1931

Virginia Woolf - Orlando

"Habiendo interrogado al hombre y al pájaro y a los insectos (porque los peces, cuentan los hombres que para oírlos hablar han vivido años su soledad de verdes cavernas, nunca, nunca lo dicen, y tal vez lo saben por eso mismo), habiendo interrogado a todos ellos sin volvernos más sabios, sino más viejos y más fríos -porque ¿no hemos, acaso, implorado el don de aprisionar en un libro algo tan raro y tan extraño, que uno estuviera listo a jurar que era el sentido de la vida?- fuerza es retroceder y decir directamente al lector que espera, todo trémulo, escuchar qué cosa es la vida: ¡ay! no lo sabemos. " (fragmento)

“Cuando los besos saben a alquitrán, cuando las almohadas son de hielo,
cuando el enfermo aprende a blasfemar,
cuando no salen trenes para el
cielo,
a la hora de maldecir,
a la hora de mentir.
Cuando marca sus
cartas el tahúr
y rompe el músico su partitura
y vuelve Nosferatu al
ataúd
y pasa el camión de la basura,
a la hora de crecer,
a la hora
de perder,
cuando ladran los perros del amanecer.”

__

“En la posada del fracaso,
donde no hay consuelo ni ascensor,
el desamparo y la humedad
comparten colchón
y cuando, por la calle,
pasa la vida, como un huracán,
el hombre del traje gris
saca un sucio calendario del
bolsillo y grita
¿quién me ha robado el mes de abril?
¿pero cómo pudo sucederme a mí?
¿quién me ha robado el mes de abril?
Lo guardaba en el cajón
donde guardo el corazón.”

__

“Cuando agoniza la fiesta
todas encuentran pareja
menos Lola
que se va, sin ser besada,
a dormirse como cada
noche sola
y una lágrima salada
con sabor a mermelada
de ternura
moja el suelo de su alcoba
donde un espejo le roba
la hermosura.
Nadie sabe cómo le queman en la boca
tantos besos que no ha dado,
tiene el corazón tan de par en par y tan oxidado.”

__

“Algunas veces vivo, y otras veces
la vida se me va con lo que escribo,
algunas veces busco un adjetivo
inspirado y posesivo que te arañe el corazón.
luego arrojo mi mensaje,
se lo lleva de equipaje
una botella…, al mar de tu incomprensión.
No quiero hacerte chantaje,
sólo quiero regalarte una canción.”

__

“Desnuda se sentía igual que un pez en el agua,
vestirla era peor que amortajarla,
inocente y perversa como un mundo sin dioses,
alegre y repartida como el pan de los pobres.
No quise retenerla, ¿de qué hubiera servido
deshacer las maletas del olvido?
Pero no sé qué diera por tenerla ahora mismo
mirando por encima de mi hombro lo que escribo.
Le di mis noches y mi pan, mi angustia, mi risa,
a cambio de sus besos y su prisa,
con ella descubrí que hay amores eternos
que duran lo que dura un corto invierno.”

__

“No soporta el dolor, le divierte inventar
que vive lejos, en un raro país,
cuando viaja en sueños lo hace sin mí,
cada vez que se aburre de andar, da un salto mortal.
Cuando el sol fatigado se dedica a manchar
de rosa las macetas de mi balcón
juega conmigo al gato y al ratón,
si le pido “quédate un poco más”, se viste y se va.
Cuanto más le doy ella menos me da
Por eso a veces tengo dudas, ¿no será un tal Judas
el que le enseñó a besar?”