26 junio 2012
25 junio 2012
Ensayo sobre la ceguera / José Saramago
Al fin se encendió la señal verde y los coches arrancaron bruscamente, pero enseguida se advirtió que no todos habían arrancado. El primero de la fila en medio está parado, tendrá un problema mecánico, se le habrá soltado el cable del acelerador, o se le agarrotó la palanca de la caja de velocidades, o una avería en el sistema hidráulico, un bloque de frenos, un fallo en el circuito eléctrico, a no ser que, simplemente se haya quedado sin gasolina, no sería la primera vez que esto ocurre. El nuevo grupo de peatones que se está formando en las aceras ve al conductor inmovilizado braceando tras el parabrisas mientras los de los coches de atrás tocan frenéticos el claxon. Algunos conductores han saltado ya a la calzada, dispuestos a empujar el automóvil averiado hacia donde no moleste. Golpean impacientemente los cristales cerrados. El hombre que está dentro vuelve hacia ellos la cabeza, hacia un lado, hacia el otro, se ve que grita algo, por los movimientos de la boca se nota que repite una palabra, una no, do, así es realmente, como sabemos cuando alguien, al fin, logre abrir una puerta. Estoy ciego.
Nadie lo diría. A primera vista, los ojos del hombre parecen sanos, el iris se presenta nítido, luminoso, la esclerótica blanca, compacta como porcelana. Los párpados muy abiertos, la piel de la cara crispada, las cejas repentinamente revueltas, todo eso que cualquiera puede comprobar, son trastornos de la angustia. En un movimiento rápido, lo que estaba a la vista desapareció tras los puños cerrados del hombre, como si aún quisiera retener en el interior del cerebro la última imagen recogida, una luz roja, redonda, en un semáforo. Estoy ciego, estoy ciego, repetía con desesperación mientras le ayudaban a salir del coche, y las lágrimas, al brotar, tornaron más brillantes los ojos que él decía que estaban muertos. Eso se pasa, ya verá, eso se pasa enseguida, a veces son nervios, dijo una mujer.
José Saramago
Ensayo sobre la ceguera (1996)
(fragmento)
14 junio 2012
Jorge Luis Borges / Pierre Menard
13 junio 2012
La mejor voz del blues a la argentina
Adrián Otero logró un hit que, en su estribillo, incluye la cariñosa pero dudosamente inspiradora palabra “chuchi”. Valga eso como muestra del alcance popular que tuvieron la voz y la pluma del cantante fallecido ayer en un accidente automovilístico. En especial, esas casi tres décadas concatenadas entre 1980 y 2008, en las que le puso su voz (grave y bien reconocida) a Memphis la Blusera, uno de los más grandes proyectos de ese género que se hayan dado en la Argentina y en la región y también uno de los más permanentes, de cualquier estilo, en este país. A sus 53 años, Otero se encontraba trabajando en un segundo disco solista, luego de Imán, publicado en 2008, y en una etapa bastante estable de su vida. El ambiente artístico lo recordó con pesar ayer, a través de medios y redes sociales.
Adrián Otero nació el 31 de julio de 1958. Si bien no los volcó, en lo literal, a su música, sus estudios en psicología hicieron cuña en sus letras. “Si te llevás la cama, chuchi, dejame el colchón”, cantó, por ejemplo, en “La bifurcada”, uno de sus mayores hits con aquel ensamble. De joven se ganó la vida como cocinero, periodista deportivo y artesano en viajes por América, Europa y Africa. Pero ganó la trascendencia a su vida física con Memphis La Blusera, el insigne grupo formado en La Paternal en 1978 y disuelto en 2008, cuando Otero decidió abandonarlo y sus compañeros Daniel Beiserman y Emilio Villanueva conformaron Viejos Lobos del Blues.
06 junio 2012
La costa / Ray Bradbury
21 mayo 2012
Milan Kundera sobre Carlos Fuentes
15 mayo 2012
La silla del águila
11 mayo 2012
Desnuda / Roque Dalton
Amo tu desnudez
porque desnuda me bebes con los poros
como hace el agua cuando entre sus paredes me sumerjo.
Tu desnudez derriba con su calor los límites,
me abre todas las puertas para que te adivine,
me toma de la mano como un niño perdido
que en ti dejara quietas su edad y sus preguntas.
Tu piel dulce y salobre que respiro y que sorbo
pasa a ser mi universo, el credo que me nutre,
la aromática lámpara que alzo estando ciego
cuando junto a las sombras los deseos me ladran.
Cuando te me desnudas con los ojos cerrados
cabes en una copa vecina de mi lengua,
cabes entre mis manos como el pan necesario,
cabes bajo mi cuerpo más cabal que su sombra.
El día en que te mueras te enterraré desnuda
para que limpio sea tu reparto en la tierra,
para poder besarte la piel en los caminos,
trenzarte en cada río los cabellos dispersos.
El día en que te mueras te enterraré desnuda
como cuando naciste de nuevo entre mis piernas.
Roque Dalton
14 de mayo de 1935 - 10 de mayo de 1975
09 mayo 2012
07 mayo 2012
De la imposibilidad del Silencio / Alejandra Pizarnik
(fragmento de una carta de Alejandra Pizarnik a Antonio Porchia.
París, 22 de febrero de 1963)
01 mayo 2012
18 abril 2012
12 abril 2012
Sylvia Plath: Más allá de los mitos/...Y Syliva Plath fue una mujer que dio hachazos por el mundo por medio de su arte
Sylvia Plath es una mujer importante no por haberse suicidado, o por haber estado casada con Ted Hughes, o por ser un símbolo del feminismo. Es importante porque, habiendo sufrido, ella tuvo la necesidad y la valentía absoluta de mirar y expresarlo todo con una sinceridad a veces escalofriante. En su diario escribe (17/7/57): "Escribiré hasta que empiece a escribir sobre mi yo verdadero".
En vida, Sylvia Plath publicó la novela La campana de cristal, el libro de poemas El coloso y un poema para la BBC titulado Tres mujeres (además de muchos poemas y cuentos sueltos en revistas). Tras su muerte, Ted Hughes publicó otros de sus libros y en 1981, Collected Poems de Sylvia recibió el Premio Pulitzer.
07 abril 2012
La mujer y su expresión/Victoria Ocampo
La mujer y su expresión. Victoria Ocampo. Fragmento
04 abril 2012
Gustavo Roldán, un grande de la literatura para chicos
Roldán nació en Saenz Peña, Chaco, en 1935. Criado en el monte, era Licenciado en Letras Modernas y trabajó como periodista, docente y editor de colecciones para chicos. Nunca respetó los márgenes. Fue justamente a fines de los ’80 cuando se originó un revuelo por La canción de las pulgas, parte de El Pajarito Remendado, donde siete pulgas cantan “pata, peta, pita, pota, puta”. Estaba en contra de la intención moralizante de la literatura para chicos. “Hay demasiados educadores –los padres, la policía, la escuela y las iglesias–; la función de la literatura es cualquier cosa menos esa. Que de paso también educa, sí, pero esa no es su función”, dijo el año pasado a Ñ digital en la presentación de su libro El último dragón para integrar las colecciones Torre de Papel y Zona Libre 2011 de la editorial Norma.
02 abril 2012
2 de abril

No se han hecho ni un tajito los generales y coroneles argentinos que habían prometido derramar hasta la última gota de sangre. Quienes declararon la guerra no estuvieron en ella ni de visita. Para que la bandera argentina flameara en estos hielos, causa justa en manos injustas, los altos mandos enviaron al matadero a los muchachitos enganchados por el servicio militar obligatorio, que más murieron de frío que de bala.
No les tiembla el pulso: con mano segura firman la rendición los violadores de mujeres atadas, los verdugos de obreros desarmados.
_____
Eduardo Galeano
De Memoria del fuego (1986) un libro con infinitas lecturas que se presta, de manera especial, para el hipertexto. Estas páginas recogen fragmentos del libro ordenados en forma cronológica y enriquecidos, en algunos casos, con fotografías, audio y textos adicionales tomados de las fuentes originales.
31 marzo 2012
24 marzo 2012
Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia

23 marzo 2012
16 marzo 2012
14 marzo 2012
"A los dos nos gusta mucho hacer el payaso"

Dos pájaros contraatacan se llama la gira que ha lanzado nuevamente al ruedo a Joan Manuel Serrat y a Joaquín Sabina por América latina y España, en un periplo de más de 60 conciertos que comenzará el lunes próximo en Salta y que incluirá una seguidilla de 18 Luna Parks entre marzo y abril. La orquesta del Titanic se llama el disco que los españoles hicieron “a cuatro manos”, un nombre que encontraron justo como una metáfora de la crisis que sacude a Europa: “El mundo se hunde y nosotros seguimos cantando”, dicen los cantautores, en medio de la amenaza. Cantan, componen, cruzan bromas y ríen juntos –sobre todo esto último, mucho, tanto en los shows como en las entrevistas– como si fuera el paso más natural del mundo; dos cantautores que podrían competir por el mismo público y que, sin embargo, han decidido compartirlo armoniosamente.
La continuación de Dos pájaros de un tiro, aquella gira que los unió en 2007 y de la que resultó un primer disco compartido, es esta vez diferente: La orquesta del Titanic es un disco echo íntegramente de nuevas canciones, con nuevos músicos (y producción a cargo de Javier Limón), compuestas y cantadas en forma compartida. “Un Frankenstein”, lo definen ellos con humor en diálogo con Página/12. “Lo que nos hizo tomar la idea de hacer otra gira, y luego decir no hacemos la gira si no tenemos canciones nuevas, fue cómo nos había quedado el paladar de contento con el recuerdo de la primera vez. Si volvimos a tropezar con la misma piedra fue por el recuerdo y la memoria de lo felices que fuimos en la otra gira: aquello rozó la perfección”, comienza la historia Sabina.
“La idea estaba hacía rato dándonos vueltas, a cada uno por separado, pero no nos lo decíamos... ¡quizá por miedo a tener que hacerlo! Y además nos pasaba lo mismo por separado: la gente en la calle que nos decía: ‘Ey, no pude verlos en Albacete’.” “Y ya sabe cómo es Joaquín –sigue Serrat–. ‘No se preocupe –les decía enseguida–, si usted lo dice, vamos a Albacete. ¡A Albacete vamos!’”
08 marzo 2012
Olga Román/Seguir Caminando
BUENOS AIRES. ND ATENEO. 20.30h.
Viernes, 09 de marzo
LA PLATA (Buenos Aires)
El Teatro Bar. 20.30h.
Sábado, 10 de marzo
ROSARIO, Santa Fe
Sala Lavarden. 21.30h. Entradas a la venta en Librería Ameghino. (Corrientes 868 - Rosario) y en www.arteyrepertorios.com.ar. A partir del día 15 de febrero estarán a la venta en la Sala Lavarden
Domingo, 11 de marzo
SANTA FE
Foro Cultural Universitario, 22.00h. 9 de Julio 2150 (3000) Santa Fe - Teléfonos: (0342) 4571182 / 4571183
Miércoles, 14 de marzo
RÍO CUARTO, CÓRDOBA
Teatro Municipal. 22.30h.
Viernes, 16 de marzo
SAN LUIS, Capital
Auditorio Universitario 21.30h.
Sábado, 17 de marzo
MENDOZA
Teatro Independencia 21.30h
Miércoles, 21 de marzo
CÓRDOBA CAPITAL 22.00h.
Lugar: Cocina de Culturas. Julio A. Roca 491 anticipadas SOLO en www.arteyrepertorios.com.ar Reservas: 0351 486 2689 http://www.cocinadeculturas.com.ar/
Viernes, 23 de marzo
MAR DEL PLATA
Teatro Güemes 21.30h. Anticipadas : www.arteyrepertorios.com.ar o en el teatro $80 / en puerta $120 Direccion Güemes 2955 – Mar del plata Boleterias Tel: (0223) 4512725
Sábado, 24 de marzo
BAHÍA BLANCA, Resto Pub Grego 21.30h
UNICAS 120 LOCALIDADES EN BAHIA BLANCA Disqueria y Almacen de Musica BPM music O´Higgins 71 - Local 14 - Galeria Paseo del Angel (8000) Bahia Blanca – Pcia Bs.As - Argentina TEL = 0291-450-2710 de Lunes a Sabados, horario : 10:00 a 13.30 / 17:00 a 21:00
03 marzo 2012
Fernando Savater gana el Premio Primavera de Novela 2012

El argumento de la Los invitados de la princesa, nos plantea las aventuras de una especie de Tintín donostiarra que es invitado a la Isla de Santa Clara por el presidenta del gobierno de ese país para participar en un congreso internacional. Una vez llegado a la isla, el protagonista y el resto de los participantes en el congreso quedarán aislados debido a la imprevisible erupción de un volcán. Con ese argumento parece que el éxito de público está casi asegurado.
En las primeras declaraciones tras el fallo del jurado, Fernando Savater ha declarado que sobre todo lo que pretende con el libro es que el lector disfrute para lo cual ha dotado a la trama de humor en cantidades industriales, algo de poesía y mucha imaginación y una trama de tipo fantástico intentando crear un trasunto del estilo de Chaucer o Boccaccio.
Con Los invitados de la princesa, Savater también quiere rendir un homenaje a los libros que le han proporcionado mucho placer en la vida, sobre todos aquellos en los cuales se tratan temas como la educación, las discusiones filosóficas, la teología, la literatura, el terrorismo, los derechos de los animales y también mucha novela.
Fernando Savater (San Sebastián 1947) ha destacado como escritor, profesor universitario y tiene un su haber más de 50 libros entre los que se pueden encontrar ensayo político, ensayo literario y filosófico, crítica, narraciones, obras de teatro. Sus colaboraciones en prensa también son notables tanto en rotativos españoles como foráneos.
Entre los libros que mejor acogida han tenido entre el público y que han sido éxitos editoriales se encuentran La tarea del héroe que fue Premio Nacional de Ensayo 1982, las novelas El jardín de las dudas y La hermandad de la buena suerte – finalista del Premio Planeta – y Ética para Amador.
El premio ha sido fallado por un jurado lleno de astros de la literatura. Presidido por Ana María Matute también han formado parte de él Antonio Soler, Ángel Basanta, Ramón Pernas, Ana Rosa Semprún y Miryam Galaz. El Premio Primavera de Novela del 2011 recayó el año pasado en Raúl del Pozo. En la edición de este año, 2012, se han presentado 454 originales, de los cuales 290 provienen de Europa, 113 de América, 51 de otros países. El país que más originales ha enviado a sido España con un total de 275.
02 marzo 2012
Antonin Artaud/El teatro y su doble

Dejemos a los profesores la crítica de los textos, a los estetas la crítica de las formas, y reconozcamos que si algo se dijo antes no hay por qué decirlo otra vez; que una misma expresión no vale dos veces; que las palabras mueren una vez pronunciadas, y actúan sólo cuando se las dice, que una forma ya utilizada no sirve más y es necesario reemplazarla.
O nos mostramos capaces de retornar por medios modernos y actuales a esa idea superior de la poesía, o sólo nos resta abandonarnos a nosotros mismos sin protestas e inmediatamente, reconociendo que sólo servimos para el desorden. O retrotraemos todas las artes a una actitud y una necesidad centrales, encontrando una analogía entre un movimiento de la pintura o el teatro y un movimiento de la lava en la explosión de un volcán, o debemos dejar de pintar, de gritar, de escribir o de hacer cualquier cosa.
Se trata, pues, de crear una metafísica de la palabra para rescatarla de su servidumbre a la psicología. Pero nada de esto servirá si detrás de este esfuerzo no hay una suerte de inclinación metafísica, una apelación a ciertas ideas insólitas. No se trata, por otra parte, de poner directamente en escena ideas metafísicas, sino de crear algo así como tentaciones, ecuaciones de aire en torno a estas ideas. Y el humor con su anarquía, la poesía con su simbolismo y sus imágenes nos dan una primera noción acerca de los medios de analizar esas ideas. Pues todo este magnetismo y toda esta poesía y sus medios directos de encanto nada significarían si no lograran poner físicamente el espíritu en el camino de alguna otra cosa, si no pudiera darnos el sentido de una creación de la que sólo poseemos una cara, pero que se completa en otros planos. Nada significan el humor, la poesía, la imaginación, si por medio de una destrucción anárquica generadora de una prodigiosa emancipación de formas no alcanzan a replantear orgánicamente al hombre, con sus ideas acerca de la realidad y su ubicación poética en la realidad.
Y reivindico así el derecho de romper con el sentido usual del lenguaje, de quebrar de una buena vez la armadura, de hacer saltar el collar de hierro, de regresar, en fin, a los orígenes etimológicos del lenguaje. Hay otros lenguajes en el mundo además de nuestro lenguaje occidental que ha optado por la precisión, por la sequedad de las ideas, y que las presenta inertes e incapaces de despertar a su paso todo un sistema de analogías naturales. Las palabras no quieren decirlo todo, y por su naturaleza y definido carácter, fijado de una vez para siempre, detienen y paralizan el pensamiento, en lugar de permitir y favorecer su desarrollo. Trato de devolver al lenguaje de la palabra su antigua eficacia mágica, su esencial poder de encantamiento, pues sus misteriosas posibilidades han sido olvidadas. La palabra se ha osificado, los vocablos, todos los vocablos, se han helado y envarado en su propia significación, en una terminología esquemática y restringida. La palabra necesita que se la deje en libertad, y he aquí entonces que el lenguaje se reconstituye, revive con una especie de severa pureza moral que no teme pagar a la vida el precio que ella exige.
Antonin Artaud
El teatro y su doble
(1938)
20 febrero 2012
Octavio Paz - El arquero, la flecha y el blanco (sobre Jorge Luis Borges)
13 febrero 2012
12 febrero 2012
08 febrero 2012
03 febrero 2012
El Número Pi/Wislawa Szymborska

tres coma catorce,
Todas sus siguientes cifras también son iniciales,
quince noventa y dos porque nunca termina.
No se deja abarcar sesenta y cinco treinta y cinco con la mirada,
ochenta y nueve con los cálculos
setenta y nueve con la imaginación
y ni siquiera treinta y dos treinta y ocho con una broma o sea comparación
cuarenta y seis con nada
veintiséis cuarenta y tres en el mundo.
La serpiente más larga de la tierra después de muchos metros se acaba.
Lo mismo hacen aunque un poco después las serpientes de las fábulas.
La comparsa de cifras que forma el número Pi
no se detiene en el borde de una hoja,
es capaz de continuar por la mesa, el aire,
la pared, la hoja de un árbol, un nido, las nubes, y así hasta el cielo,
a través de toda esa hinchazón e inconmensurabilidad celestiales.
Oh, qué corto, francamente rabicorto es el cometa.
¡En cualquier espacio se curva el débil rayo de una estrella!
Y aquí dos treinta y uno cincuenta y tres diecinueve
mi número de teléfono el número de tus zapatos
el año mil novecientos setenta y tres piso sexto
el número de habitantes sesenta y cinco céntimos
centímetros de cadera dos dedos charada y mensaje cifrado,
en la cual ruiseñor que vas a Francia
y se ruega mantener la calma
y también pasarán la tierra y el cielo,
pero no el número Pi, de eso ni hablar,
seguirá sin cesar con un cinco en bastante buen estado,
y un ocho, pero nunca uno cualquiera,
y un siete, que nunca será el último,
y metiéndole prisa, eso sí, metiéndole prisa a la perezosa eternidad para que continúe.
01 febrero 2012
Canción del Cañaveral/ Atahualpa Yupanqui

Y en su moler, y en su moler,
Hasta la vida del hombre
Muele también, muele también.
Tumba'o sobre la maloja,
Pobre de mí, pobre de mí,
Sin que me arrime consuelos
El yaraví*, el yaraví.
Verde cañita de azúcar,
¡Qué dulce es, qué dulce es!
Pero al final de la zafra
Se vuelve hiel, se vuelve hiel.
Yo tengo un sueño secreto,
Vivo por él, vivo por él,
No hay trapiche que a mi sueño
Pueda moler, pueda moler.
Ha de llegar algún tiempo,
¿Cuando será? ¿Cuándo será?,
En que te sienta mi amigo,
Cañaveral, cañaveral.
El sol de alguna mañana
Me alumbrará, me alumbrará,
Cantando sobre los surcos,
Cañaveral, cañaveral.
Muele que muele el trapiche,
Y en su moler, y en su moler,
Hasta la vida del hombre
Muele también, muele también.
* Yaraví: canción popular argentina, de procedencia incaica, que extiende su zona de influencia desde Ecuador al norte argentino.
Atahualpa Yupanqui (Héctor Roberto Chavero)
Pergamino, 31 de enero de 1908 – Nîmes, 23 de mayo de 1992
30 enero 2012
El ojo de la patria/Osvaldo Soriano
27 enero 2012
Huésped y amo/René Char

Deseo de un corazón cuyo umbral no se modifique.
Íbamos a tomar lo que anhelábamos. Pero la mano brillante se rendía, parecía fea.
Fuente verde suele dar frutos pochos.
Nuestro sueño era un lobo entre dos ataques.
Habíamos prolongado poderosamente el camino. No llevaba a ninguna parte. Habíamos multiplicado los destellos. Al fin y al cabo, ¿a dónde llevaba? A las brumas disipadas, a la evocada niebla. Y la naturaleza entera estaba aquejada de pandemia.
Incluso en el mejor, en uno u otro momento, encarnaba el crimen.
Astros y desastres, cómicamente, se han enfrentado siempre en su desproporción.
Hombres de presa altamente civilizados se afanaban por cubrir el rostro embrutecido con la máscara de la espera afortunada. ¡En qué términos, su invitación! ¡Qué perfil porcino el de su prosperidad!
¿De nuevo a solas con lo que llama desde tan lejos, tan evasivamente?
Tiempo, amo mío y huésped mío, ¿a quién ofreces, si es que lo haces, los días gozosos de tus fuentes? ¿Al que viene secretamente, con su acre olor, a vivirlos cerca de ti, sin falsedad, y sin embargo delatado por sus irreparables heridas?
En El espanto del gozo
René Char - El desnudo perdido
25 enero 2012
23 enero 2012
22 enero 2012
Es allí adonde voy/Clarice Lispector

En la punta del pie el salto. Parece la historia de alguien que fue y no volvió: es allí adonde voy.
¿O no voy? Voy, sí. Y vuelvo para ver cómo están las cosas. Si continúan mágicas. ¿Realidad? Yo os espero. Es allí adonde voy.
En la punta de la palabra está la palabra. Quiero usar la palabra "tertulia", y no sé ni dónde ni cuándo. Al borde de la tertulia está la familia. Al borde de la familia estoy yo. A la orilla de mí estoy yo. Es hacia mí adonde voy.
Y de mí salgo para ver. ¿Ver qué? Ver lo que existe. Después de muerta es hacia la realidad adonde voy.
Mientras tanto, lo que hay es el sueño. Sueño fatídico. Pero después, después todo es real. Y el alma libre busca un rincón para acomodarse. Soy un yo que anuncia. No sé sobre qué estoy hablando. Estoy hablando de nada. Yo soy nada. Después de muerta me agrandaré y me esparciré, y alguien dirá con amor mi nombre. Es hacia mi pobre nombre adonde voy.
Y de allá vuelvo para llamar al nombre del ser amado y de los hijos. Ellos me responderán. Al fin tendré una respuesta. ¿Qué respuesta? La del amor. Amor: yo os amo tanto. Yo amo el amor. El amor es rojo. Los celos son verdes. Mis ojos son verdes. Pero son verdes tan oscuros que en las fotografías salen negros. Mi secreto es tener los ojos verdes y que nadie lo sepa. En el extremo de mí estoy yo. Yo, implorante, yo, la que necesita, la que pide, la que llora, la que se lamenta. Pero la que canta. La que dice palabras. ¿Palabras al viento? Qué importa, los vientos las traen de nuevo y yo las poseo. Yo a la orilla del viento. La colina de los vientos aullantes me llama. Voy, bruja que soy. Y me transmuto. Oh, perro ¿dónde está tu alma? ¿Está cerca de tu cuerpo? Yo estoy cerca de mi cuerpo. Y muero lentamente. ¿Qué estoy diciendo? Estoy diciendo amor. Y cerca del amor estamos nosotros.
16 enero 2012
Chéjov: una historia sencilla

La carta emocionó a Chéjov. Entre su trabajo como médico y la permanente preocupación por su familia, sus pocas horas de ocio las dedicaba a escribir. "Todas las personas cercanas a mí siempre han menospreciado mi actividad de escritor y no han cesado de aconsejarme amistosamente que no cambiara mi ocupación actual por la de escritor. Tengo en Moscú cientos de conocidos, entre ellos dos docenas que escriben, y no puedo recordar ni a uno solo que haya visto en mí a un artista". Tenía 26 años. En los siguientes 18 demostraría el gran arista que era.
Su vida fue breve y a menudo difícil, pero creó una obra de enorme trascendencia. Su abuelo, Egor Mijáilovich Chéjov, era un siervo que en 1841, después de mucho trabajo, compró su libertad. Pagó 3.500 rublos por su liberación y la de sus cuatro hijos. Uno de ellos, Pavel, se hizo comerciante y en enero de 1860 fue padre de un niño al que bautizó como Antón Pavlovich, el que sería universalmente conocido como Chéjov. En apenas 44 años de vida, el nieto de aquel siervo se convertiría en uno de los dramaturgos más representados en el mundo y, con toda seguridad, en el cuentista más gravitante de la historia. Un maestro de la narración breve que influyó desde James Joyce a John Cheever.
A 150 años de su nacimiento, Chéjov es motivo de tributos en el mundo entero. En el Hampstead Theatre de Londres se realiza una semana de homenaje, Jubileo por Antón Chéjov. Paralelamente, se monta el espectáculo 100% Comedia, 100% Chéjov y para febrero se anuncian los montajes de La gaviota y Las tres hermanas. En Madrid acaba de estrenarse una versión de El jardín de los cerezos; en Cuba, La Feria del Libro de La Habana prepara un homenaje, y en Estados Unidos aparecen reediciones de sus libros. El epicentro de las celebraciones, en todo caso, será en junio, en el Festival Chéjov de Moscú, donde participará la obra chilena Neva, de Guillermo Calderón.
LA SUTILEZA Y LA IRONÍA
Chéjov fue el tercero de los cinco hijos de Pavel, un hombre católico y violento. Nació en Taganrog, al sur de Moscú. No tuvo una infancia feliz, pero se refugió en el juego y los cuentos. Le gustaba disfrazarse y pronto se enamoró del teatro. Desde joven se hizo cargo de su familia, luego de que su padre quebrara. Perseguido por las deudas, la familia se fue a Moscú. Chéjov se quedó en Taganrog, hasta terminar la secundaria. Hacía clases y enviaba dinero a su familia. Ganó una beca para estudiar Medicina en Moscú y comenzó a escribir cuentos para los diarios. La "pequeña prensa", ajena a la gran literatura rusa, se convirtió en el laboratorio del cuento para él.
En el siglo XIX, Rusia produjo verdaderos monstruos literarios: Pushkin, Gógol, Turgueniev, Dostoievski, Tolstói. Pero a diferencia de ellos, los personajes de Chéjov no son heroicos ni iluminados. Son criaturas comunes y corrientes: soldados, mujeres, funcionarios. Y a diferencia de aquellos tótems, Chéjov opta por el tono menor, la sutileza y la ironía. "Si un hombre no comprende las bromas, ponle cruz y raya", anotó.
Chéjov quería hacer un arte que reflejara la verdad de la vida. "Cada hombre vive su verdadera vida en secreto, bajo el manto de la noche", escribió en La dama del perrito. "Todo el sentido y todo el drama del hombre se encuentran en su interior y no en sus manifestaciones exteriores", decía. Aplicó esa idea a sus cuentos y al teatro. En sus obras, sus personajes suelen hablar trivialidades y, a través de ellas, se revela el drama.
Al principio la gente no lo comprendió. Ni siquiera Stanislavski, que montó La gaviota. Sólo al final, por la insistencia del director del Teatro Arte de Moscú, fue apreciado como dramaturgo. Aun así, después del estreno de Tío Vania, Tolstoi le dijo: "Tus obras de teatro son aún peores que las de Shakespeare".
Gran creador de aforismos, le dijo a su editor: "Déme una mujer que, como la Luna, no aparezca todos los días en mi cielo". Ella fue la actriz Olga Knipper, con la que mantuvo un matrimonio casi por correspondencia. Ya estaba gravemente enfermo. La tuberculosis había dañado irremediablemente sus pulmones. Olga estuvo con él en Badweiler, la noche de su muerte, el 15 de julio de 1904, como lo relataría, casi un siglo después, Raymond Carver en Tres rosas amarillas. En él incluye una declaración que define el arte de Chéjov: "Sigo sin tener posición política, religiosa o filosófica firme. Cambio todos los meses; por eso estoy obligado a atenerme a contar cómo mis héroes aman, se casan, hacen hijos, mueren y hablan".
Fuente: Andrés Gómez Bravo
10 enero 2012
"Fue revolucionario pensar que la poesía no debía tener contenido didáctico"

Entrevista con M. E. Walsh
por Alicia Origgi
Esta entrevista fue realizada hace algún tiempo por Alicia Origgi en colaboración con Mónica Amaré, cuando visitaron a María Elena Walsh en su despacho de SADAIC (Sociedad Argentina de Autores y Compositores).
Usted siempre menciona que en su casa de infancia había una gran disponibilidad de libros. ¿Cuáles recuerda especialmente? ¿Leía historietas?
Recuerdo colecciones de cuentos infantiles; había una llamada Araluce de libritos encuadernados donde estaban El barón de Munchhausen y cuentos clásicos contados para chicos. Leía los cuentos españoles de editorial Calleja. Desde muy temprano me fascinaron los cuentos de Las mil y una noches. En mi casa paterna leí a Dickens en castellano y a Julio Verne. He leído historietas de una revista llamada Pif-Paf y en Billiken; también las historietas del suplemento infantil en color del diario Crítica.
Además recibía oralmente de mis padres mucho cuento en verso. La cultura familiar, en mi casa, era de mucha lectura pero no de tipo académico. No había universitarios en la familia, pero sí se tenía afición por la buena lectura.
¿Cuáles fueron sus lecturas de adolescencia?
Mi lectura principal era poesía, las rimas de Bécquer, Núñez de Arce, Juan Ramón Jiménez; he leído mucha poesía española del Siglo de Oro. También a Rubén Darío, Pablo Neruda. Leía libros y antologías mientras cursaba la carrera de Bellas Artes.
¿Cómo surge en usted, que primero se dedica a la poesía para adultos, la idea de destinar una nueva etapa de su producción a los niños?
No sé, ahí hay una reconstrucción de una herencia principalmente en inglés, reconstrucción en español de las Nursery Rhymes, que me las han contado de chica y luego leí y aprecié muchísimo de grande, principalmente eso. Y después la inspiración en la poesía popular hispanoamericana, donde hay muchos juegos, mucha sencillez, mucho disparate. Esas fueron las dos fuentes.
¿En qué etapa de su vida lee esa poesía popular?
En la juventud. Consulté en Europa el Diccionario de Oxford de las Nursery Rhymes que era muy completo y anotado. Leí los cancioneros de Carrizo y algunas recopilaciones folklóricas españolas con letras y música populares.
De la literatura infantil que Ud. conoció anterior a Tutú Marambá, ¿qué autores eran los clásicos mas difundidos aquí en Argentina?
En mi infancia lo que más circulaba era Constancio C. Vigil. A mí me gustaron algunos cuentos de él pero creo que los rechacé después muy rápidamente por la parte didáctica y moralista. Era un autor muy popular, muy en circulación. Después no recuerdo en mi infancia autores específicamente para chicos, sino cuentos clásicos. Aprecié mucho a José Sebastián Tallon, también parcialmente a otros escritores como Horacio Quiroga y Fryda Schultz de Mantovani, tuvieron algunas obras para chicos muy rescatables.
¿Qué novedad considera Ud. que presentaron sus poemas respecto de esa producción literaria anterior?
Creo que la novedad fue que no tenían ningún carácter docente ni moralista ni eran aplicadas al programa escolar. Era un concepto revolucionario el pensar que la versificación no tenía porqué tener un contenido didáctico. En 1964 era un concepto novedoso.
(Aquí la autora se sonríe recordando su ponencia en las Jornadas Pedagógicas de la Organización Mundial de Enseñanza en 1964 titulada: La poesía en la primera infancia. Los conceptos expresados en dicho trabajo tienen aún vigencia:
"Pensemos que nuestros niños, desprovistos de abuelas tradicionales o nodrizas memoriosas, lo primero que oyen y aprenden son los jingles publicitarios. De lo que se deduce que una de las actuales nodrizas del niño es la televisión, y que de ella absorbe las más precarias formas de versificación, música y atropello de la sintaxis. Una seudopoesía destinada no a despertar sus sentimientos y su imaginación, sino a moldearlo como consumidor ciego de un orden social que hace y hará todo lo posible por estupidizarlo.
"Solicitado por los jingles o los malos versos didácticos, el niño no tiene más camino que el que le abran con segura mano sus maestras del Jardín de Infantes." (1)
(...)
(El acto de escribir para los niños) "Significa en definitiva 'reconstruir', recoger piezas dispersas de un gran rompecabezas. Reconstruir o reinventar una tradición rota o fragmentada. Reconstruir datos dispersos de la propia infancia. Reconstruir la infancia de los niños actuales, amenazados en su inocencia por toda una sociedad insensible. Reconstruir de alguna manera la relación a menudo defectuosa entre padres e hijos: un verso, una canción pueden ser lazos de reunión. La poesía es en definitiva reconstrucción y reconciliación, es el elemento más importante que tenemos para no hacer de nuestros niños ni robots ni muñecos conformistas, sino para ayudarlos a ser lo que deben ser: auténticos seres humanos."(2)
Hoy se habla de un "boom" de la literatura infantil y juvenil. ¿Cómo ve este fenómeno en la Argentina, este movimiento editorial que hay? ¿Está al tanto de lo que se ha producido para chicos en los últimos años? ¿Por qué carriles está transitando?
No estoy al tanto de todo, mi opinión va a ser un poco frívola, un poco "light" como son todas las opiniones en nuestro país. Conozco parcialmente y aprecio algunos autores como Graciela Montes, Laura Devetach, Elsa Bornemann, Ema Wolf, Gustavo Roldán y Ricardo Mariño.
La escritura fue un fenómeno de la democracia, donde apareció mucha literatura infantil que estaba guardada y que decidieron publicar. A mí me parece bueno, porque cuanto mayor sea la producción vamos a tener más posibilidad de que haya obras de calidad.
Notas
(1) Walsh, María Elena. La poesía en la primera infancia, en su libro Desventuras en el País-Jardín-de- Infantes. Buenos Aires, Sudamericana, 1993, p.119.
(2) Ibid., p. 127.
Julio Cortázar - Rayuela Cap. 7
Toco tu boca, con un dedo toco el borde de tu boca, voy dibujándola como si saliera de mi mano, como si por primera vez tu boca se entreabriera, y me basta cerrar los ojos para deshacerlo todo y recomenzar, hago nacer cada vez la boca que deseo la boca que mi mano elige y te dibuja en la cara, una boca elegida entre todas, con soberana libertad elegida por mi para dibujarla con mi mano en tu cara, y que por un azar que no busco comprender coincide exactamente con tu boca que sonríe por debajo de la que mi mano te dibuja...
...Me miras, de cerca me miras, cada vez mas de cerca y entonces jugamos al cíclope, nos miramos cada vez mas de cerca y los ojos se agrandan, se acercan entre sí, se superponen y los cíclopes se miran, respirando confundidos, las bocas se encuentran y luchan tibiamente, mordiéndose con los labios, apoyando apenas la lengua en los dientes, Jugando en sus recintos donde un aire pesado va y viene con un perfume viejo y un silencio. Entonces mis manos buscan hundirse en tu pelo, acariciar lentamente la profundidad de tu pelo mientras nos besamos como si tuviéramos la boca llena de flores o de peces, de movimientos vivos, de fragancia oscura. Y si nos mordemos el dolor es dulce, y si nos ahogamos en un breve y terrible absorber simultáneo del aliento, esa instantánea muerte es bella. Y hay una sola saliva y un solo sabor a fruta madura, y yo te siento temblar contra mi como una luna en el agua. (fragmento)
Alejandra Pizarnik - Piedra Fundamental
Sus ojos eran la entrada del templo, para mí, que soy errante, que amo y muero. Y hubiese cantado hasta hacerme una con la noche, hasta deshacerme desnuda en la entrada del tiempo.
Un canto que atravieso como un túnel.
Presencias inquietantes, gestos de figuras que se aparecen vivientes por obra de un lenguaje activo que las alude, signos que insinúan terrores insolubles.
Una vibración de los cimientos, un trepidar de los fundamentos, drenan y barrenan, y he sabido dónde se aposenta aquello tan otro que es yo, que espera que me calle para tomar posesión de mí y drenar y barrenar los cimientos, los fundamentos, aquello que me es adverso desde mí, conspira, toma posesión de mi terreno baldío, no, he de hacer algo, no, no he de hacer nada, algo en mí no se abandona a la cascada de cenizas que me arrasa dentro de mí con ella que es yo, conmigo que soy ella y que soy yo, indeciblemente distinta de ella.
En el silencio mismo (no en el mismo silencio) tragar noche, una noche inmensa inmersa en el sigilo de los pasos perdidos.
No puedo hablar para nada decir. Por eso nos perdemos, yo y el poema, en la tentativa inútil de transcribir relaciones ardientes.
¿A dónde la conduce esta escritura? A lo negro, a lo estéril, a lo fragmentado.
Las muñecas desventradas por mis antiguas manos de muñeca, la desilusión al encontrar pura estopa (pura estepa tu memoria): el padre, que tuvo que ser Tiresias, flota en el río. Pero tú, ¿por qué te dejaste asesinar escuchando cuentos de álamos nevados?
Yo quería que mis dedos de muñeca penetraran en las teclas. Yo no quería rozar, como una araña, el teclado. Yo quería hundirme, clavarme, fijarme, petrificarme. Yo quería entrar en el teclado para entrar adentro de la música para tener una patria. Pero la música se movía, se apresuraba. Sólo cuando un refrán reincidía, alentaba en mí la esperanza de que se estableciera algo parecido a una estación de trenes, quiero decir: un punto de partida firme y seguro; un lugar desde el cual partir, desde el lugar, hacia el lugar, en unión y fusión con el lugar. Pero el refrán era demasiado breve, de modo que yo no podía fundar una estación pues no contaba más que con un tren algo salido de los rieles que se contorsionaba y se distorsionaba. Entonces abandoné la música y sus traiciones porque la música estaba más arriba o más abajo, pero no en el centro, en el lugar de la fusión y del encuentro. (Tú que fuiste mi única patria ¿en dónde buscarte? Tal vez en este poema que voy escribiendo.)
Una noche en el circo recobré un lenguaje perdido en el momento que los jinetes con antorchas en la mano galopaban en ronda feroz sobre corceles negros. Ni en mis sueños de dicha existirá un coro de ángeles que suministre algo semejante a los sonidos calientes para mi corazón de los cascos contra las arenas. (Y me dijo: Escribe; porque estas palabras son fieles y verdaderas.)
(Es un hombre o una piedra o un árbol el que va a comenzar el canto...)
Y era un estremecimiento suavemente trepidante (lo digo para aleccionar a la que extravió en mí su musicalidad y trepida con más disonancia que un caballo azuzado por una antorcha en las arenas de un país extranjero).
Estaba abrazada al suelo, diciendo un nombre. Creí que me había muerto y que la muerte era decir un nombre sin cesar.
No es esto, tal vez, lo que quiero decir. Este decir y decirse no es grato. No puedo hablar con mi voz sino con mis voces. También este poema es posible que sea una trampa, un escenario más.
Cuando el barco alternó su ritmo y vaciló en el agua violenta, me erguí como la amazona que domina solamente con sus ojos azules al caballo que se encabrita (¿o fue con sus ojos azules?). El agua verde en mi cara, he de beber de ti hasta que la noche se abra. Nadie puede salvarme pues soy invisible aun para mí que me llamo con tu voz. ¿En dónde estoy? Estoy en un jardín.
Hay un jardín.
Las olas - Virginia Woolf
Virginia Woolf - Orlando
“Cuando los besos saben a alquitrán, cuando las almohadas son de hielo,
cuando el enfermo aprende a blasfemar,
cuando no salen trenes para el
cielo,
a la hora de maldecir,
a la hora de mentir.
Cuando marca sus
cartas el tahúr
y rompe el músico su partitura
y vuelve Nosferatu al
ataúd
y pasa el camión de la basura,
a la hora de crecer,
a la hora
de perder,
cuando ladran los perros del amanecer.”__
“En la posada del fracaso,
donde no hay consuelo ni ascensor,
el desamparo y la humedad
comparten colchón
y cuando, por la calle,
pasa la vida, como un huracán,
el hombre del traje gris
saca un sucio calendario del
bolsillo y grita
¿quién me ha robado el mes de abril?
¿pero cómo pudo sucederme a mí?
¿quién me ha robado el mes de abril?
Lo guardaba en el cajón
donde guardo el corazón.”__
“Cuando agoniza la fiesta
todas encuentran pareja
menos Lola
que se va, sin ser besada,
a dormirse como cada
noche sola
y una lágrima salada
con sabor a mermelada
de ternura
moja el suelo de su alcoba
donde un espejo le roba
la hermosura.
Nadie sabe cómo le queman en la boca
tantos besos que no ha dado,
tiene el corazón tan de par en par y tan oxidado.”__
“Algunas veces vivo, y otras veces
la vida se me va con lo que escribo,
algunas veces busco un adjetivo
inspirado y posesivo que te arañe el corazón.
luego arrojo mi mensaje,
se lo lleva de equipaje
una botella…, al mar de tu incomprensión.
No quiero hacerte chantaje,
sólo quiero regalarte una canción.”__
“Desnuda se sentía igual que un pez en el agua,
vestirla era peor que amortajarla,
inocente y perversa como un mundo sin dioses,
alegre y repartida como el pan de los pobres.
No quise retenerla, ¿de qué hubiera servido
deshacer las maletas del olvido?
Pero no sé qué diera por tenerla ahora mismo
mirando por encima de mi hombro lo que escribo.
Le di mis noches y mi pan, mi angustia, mi risa,
a cambio de sus besos y su prisa,
con ella descubrí que hay amores eternos
que duran lo que dura un corto invierno.”__
“No soporta el dolor, le divierte inventar
que vive lejos, en un raro país,
cuando viaja en sueños lo hace sin mí,
cada vez que se aburre de andar, da un salto mortal.
Cuando el sol fatigado se dedica a manchar
de rosa las macetas de mi balcón
juega conmigo al gato y al ratón,
si le pido “quédate un poco más”, se viste y se va.
Cuanto más le doy ella menos me da
Por eso a veces tengo dudas, ¿no será un tal Judas
el que le enseñó a besar?”