18 julio 2010

Eduardo Galeano: El peligroso arcoiris

Richard Nixon, prestigioso historiador, lo tenía claro. En 1972, cuando era presidente de los Estados Unidos, dictó a sus colaboradores más cercanos un curso relámpago sobre la decadencia de Grecia y Roma:
–¿Ustedes saben lo que pasó con los griegos? ¡La homosexualidad los destruyó! Seguro. Aristóteles era homo. Todos lo sabemos. Y también Sócrates. ¿Ustedes saben lo que pasó con los romanos? Los últimos seis emperadores eran maricones…

En 1513, unos siglos antes de esta lección magistral, Vasco Núñez de Balboa había arrojado a cincuenta indios a las bocas de los perros que los destriparon, “porque para ser mujeres sólo les faltan tetas y parir”.

En Panamá, como en muchos otros lugares de América, la homosexualidad era libre, hasta que irrumpieron los conquistadores. Aquella noche de 1513, Balboa inauguró en estas tierras el castigo del nefando pecado de la sodomía.

Eran los tiempos de la Santa Inquisición. Tiempos de nunca acabar. En España, la Inquisición duró tres siglos y medio. La herejía de la diversidad, en todas sus formas, fue condenada a suplicio o muerte en varios lugares de Europa y de América. Muchos homosexuales, hombres y mujeres, fueron quemados vivos. La hoguera los redujo a cenizas “para que de ellos no haya memoria”.

Una época superada, se supone. Pero el humo llama.

La sagrada familia

En vez de pedir perdón a sus víctimas, la Iglesia Católica repite las antiguas maldiciones. Recientemente, la Santa Inquisición , que ahora se llama Congregación para la Doctrina de la Fe , lanzó desde el Vaticano una campaña mundial contra el matrimonio de parejas homosexuales, “una grave inmoralidad que contradice el plan de Dios y la ley natural”.

De inmediato, los altos funcionarios de la Iglesia en el mundo hicieron eco a la voz de mando. En el Uruguay, el arzobispo Nicolás Cotugno declaró que la homosexualidad es “una enfermedad contagiosa”, recomendó aislar a sus portadores y comparó el matrimonio homosexual con la unión entre un hombre y un animal.

La Iglesia está preocupada, desde hace ya unos cuantos siglos, por la sexualidad humana. De Papa en Papa, ha ido estableciendo la rígida frontera entre el pecado, que es casi todo, y lo poquito que nos deja de consuelo, porque de algún modo hay que reproducirse. Desde el Sumo Pontífice hasta el último cura de pueblo, no hay sacerdote que no sea experto en sexo. Como todos ellos han hecho voto de castidad, no se sabe cómo pueden entender tanto sobre una actividad que tienen prohibido practicar.

Leyendo esta última condenación del Vaticano, a uno le vienen ganas de preguntar a los sexólogos celestiales: si el matrimonio heterosexual es una “ley natural”, ¿por qué ustedes no se casan? Y si los homosexuales contradicen “el plan de Dios”, ¿por qué Dios los hizo así?

Otro especialista en el Bien y el Mal, el presidente George W. Bush, coincide con el Vaticano en la condenación del casamiento homosexual y se pronuncia contra la adopción de niños por parejas que no constituyan un matrimonio normal, “entre un hombre y una mujer”.

El presidente, que no es católico, hace suya esta cruzada papal. No es la primera vez que Bush y el Papa descubren que son tal para cual. Los dos tienen comunicación directa con el Cielo, por teléfonos diferentes. En algunas ocasiones, como en la reciente guerra de Iraq, reciben órdenes contradictorias. En otras, en cambio, forman un frente común. Han estado, y seguirán estando, unidos en causas tan sagradas como la promoción de la abstinencia sexual entre los jóvenes y la lucha contra los medios anticonceptivos y contra el aborto.

Con su habitual amplitud de criterio, en estos temas Bush no sólo ha coincidido con la teocracia vaticana, sino también con los fundamentalistas islámicos: los puritanos unidos jamás serán vencidos. Y cada vez que tales asuntos se han planteado en las Naciones Unidas, Bush ha votado de común acuerdo con sus enemigos jurados, Irán, Libia, Sudán e incluso Iraq, antes de que ese país recibiera el huracán de misiles que él le envió en nombre de Dios y del petróleo. ?

Y sin embargo, se mueve

La cruz y la espada se están alzando, como en los viejos tiempos. Con toda razón: en estos últimos meses, la homofobia viene sufriendo graves atentados. Por todas partes cunde eso que el Papa llama “conducta desviada” y “legalización del Mal”.

A mediados de este año, la Corte Suprema de los Estados Unidos dicta una sentencia histórica. Es inconstitucional, dice la sentencia, la ley de Texas que castiga la homosexualidad como un crimen. El dictamen implica la nulidad de las leyes semejantes en otros doce estados de esa nación.

Mientras tanto, en New Hampshire, por primera vez en la historia del cristianismo, los fieles y el clero de la Iglesia Episcopal eligen un obispo que es abiertamente gay. Massachusetts está a punto de legalizar los matrimonios homosexuales. En Vermont, ya el Registro Civil reconoce la legitimidad de esas parejas.

En Canadá, desde principios de este año, los homosexuales pueden casarse en Ontario y en Columbia. Ahora hay bodas homosexuales en Bélgica, como ya las había en Dinamarca, Holanda y Suecia.

Diversas variantes de unión legal, más o menos parecidas al matrimonio según el país, rigen en Noruega, Finlandia, Islandia, Francia, Alemania, Hungría, Croacia y en algunas regiones de España. Y en la ciudad de Buenos Aires, por primera vez en la historia latinoamericana, ya se celebra, también, la unión legal entre personas del mismo sexo.

Todas estas “graves inmoralidades”, actos de libertad y de salud mental, no son regalos: son conquistas. Son el resultado de la porfiada lucha de los gays y las lesbianas contra la discriminación y la violencia. Entre todos los placeres que merecen el infierno, el amor homosexual es, todavía, el más ferozmente reprimido. El machismo y la estupidez armada han disfrazado de normalidad esta atrocidad, y la han convertido en costumbre.

En más de setenta países, la ley castiga las relaciones homosexuales. En muchos, con cárcel. En algunos, con flagelación o pena de muerte. En otros, donde la pena de muerte no es legal, los escuadrones parapoliciales y los enfermos de fanatismo cumplen sus ceremonias de purificación: limpian las calles torturando, mutilando y asesinando a quienes, por el solo hecho de existir, constituyen un escándalo público. Los gays y las lesbianas están malditos en la tierra y en el cielo.

Hace cinco años, el primer ministro de Malasia llegó a denunciar que eran una amenaza para la seguridad nacional. En el Más Allá, también tienen cerrada la puerta. Como escuché decir a la madre de una joven lesbiana: “Lo que más me duele es saber que no estaremos juntas en el Paraíso”.

Pero ellos y ellas, los raros, los despreciados, están generando, ahora, algunas de las mejores noticias que nuestro tiempo transmite a la historia. Armados con la bandera del arcoiris, símbolo de la diversidad humana, ellas y ellos están volteando una de las más siniestras herencias del pasado. Los muros de la intolerancia empiezan a caer.

Esta afirmación de dignidad, que nos dignifica a todos, nace del coraje de ser diferentes y del orgullo de serlo.

Como canta Milton Nascimento: Cualquier manera de amor vale la pena, cualquier manera de amor vale amar.

eduardo galeano/página 12/agosto de 2003

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La Argentina se convirtió en el primer país de América Latina en autorizar el matrimonio homosexual, con un histórico voto en el Senado.
15 de julio de 2010

14 julio 2010

Sarah Bianchi, figura del arte titiritero en la Argentina


Una de las principales figuras del teatro argentino, Sarah Bianchi, quien le dio al arte titiritero nuevas dimensiones en el país y exportó su talento al mundo en compañía de Mane Bernardo, falleció a los 88 años.

En los últimos tiempos, Bianchi había recogido una gran cantidad de galardones por su trayectoria. Fue premiada en la Fiesta Nacional del Teatro en 2006. Dos años antes había recibido el premio Trinidad Guevara a la trayectoria. Y logró una mención especial en los Premios Podestá de 2002. También obtuvo el Konex y la "Faja de Honor" de la Sociedad Argentina de Escritores

El vínculo de Bianchi, ya actriz, con los títeres nació a los 20 años, cuando se encontró con Mane Bernardo, luego inseparable compañera, en una muestra de artes plásticas.
"Ella o yo ganamos un premio allí. Teníamos alguna afinidad estética, digamos que éramos bastante modernas para la época, pero yo quería profundizar el óleo y ella me dijo que fuera a su estudio. Ahí me enchufé", contó en una entrevista con Clarín.

Y completó: "Cuando conocí a Mane ella tenía el Teatro La Cortina y yo entré a trabajar, primero como plástica, después en lo actoral. De ahí más vino la antropofagia: los títeres me tragaron. No lo cambiaría por nada."

clarin/06/07/10

12 julio 2010

Homenaje a la Negra Sosa y show de Charly García en la fiesta del 9 de Julio

Con Charly García como abanderado, y después de un sentido homenaje a Mercedes Sosa, del que participaron desde Luciano Pereyra hasta Teresa Parodi, la fiesta del 9 de Julio tuvo un cierre a pura música ayer en Tucumán. Otra vez se trató de una celebración intensa, popular y masiva, que según los organizadores reunió, a lo largo de todo el día, a unas 50 mil personas.

Al mediodía, bajo un sol radiante, la Argentina voladora de Fuerzabruta –ya un clásico de las grandes fiestas nacionales– dio inicio al desfile de la Independencia. El centro de la ciudad, a esa altura, ya estaba colmado de gente e impregnado con el mismo espíritu festivo que dominó a la fiesta del Bicentenario.

Después de Fuerzabruta, pasaron las banderas históricas de los diferentes regimientos del Ejército Argentino y también los integrantes de sus tropas vestidos con trajes de época. Siguieron las delegaciones y carrozas del gobierno provincial y de los municipios. Cada uno de ellos mostró el trabajo, la historia, el cariño y el amor que sienten por su tierra. Con diferentes alegorías, se pudieron ver desde las luchas obreras en los ingenios tucumanos hasta las tradiciones precolombinas muy arraigadas en la provincia, pasando por mitos e historias populares.

Un momento emotivo fue el paso de los ex combatientes de Malvinas de todo el país junto a sus hijos y nietos.

Más tarde –después de un nuevo desfile de la bandera nacional más larga de todas–, en la plaza Independencia, se realizó el concierto en homenaje a Mercedes Sosa y a las mujeres argentinas con un video mapping proyectado sobre la fachada de la casa de gobierno provincial. Finalmente fue el turno de la música, que arrancó a puro folclore con la vuelta a los escenarios de Luciano Pereyra. Continuó con Teresa Parodi, Víctor Heredia y Liliana Herrero, entre otros. Y cerró con un Charly García único.

09 julio 2010

Sabina y sus grandes aliados

Benjamín Prado y Pancho Varona hablan de su amistad con Joaquín Sabina.
La historia de Joaquín Ramón Martínez Sabina está llena de amigos. El cantante y compositor español ha dejado registrado su talento para crear clásicos durante poco más de 30 años de carrera, pero siempre ha reconocido que la colaboración ajena ha sido decisiva en la manufactura final de sus discos.

En el más reciente, 'Vinagre y Rosas', con el que regresa con éxito a las listas de ventas y que lo trae de vuelta a México, resaltan los nombres de Benjamín Prado y Pancho Varona como aliados fundamentales.

A unos días de que el 'Flaco' ibérico inicie una amplia gira de 13 conciertos por el país, con una serie de seis shows en el Auditorio Nacional, a partir del martes 13, ambos compartieron con CIRCO, por correo electrónico, algunas de sus experiencias en la gestación de este álbum y, en el caso de Varona, su larga relación de 28 años con Joaquín.

PRADO, EL INSTIGADOR
A finales de 2008, Sabina ya quería hacer un disco nuevo, pero se dio cuenta de que la felicidad que rodeaba su vida personal no lo inspiraba. Entonces, su amigo, el poeta y escritor Benjamín Prado, le contó que atravesaba una tormenta de desamor y, con ese pretexto, los dos se fueron a Praga a convertir en canciones ese dolor.

Ya con el disco en la calle, y con altas ventas en España y Latinoamérica, Prado –quien incluso escribió el libro 'Romper una Canción' sobre aquel viaje– respondió desde Cádiz.

¿Acompañarás a Joaquín a México?
No, ése ya no es mi trabajo. Mi trabajo en realidad es sentarme a ver la televisión y que Joaquín vaya a ganar dinero para mí cantando nuestras canciones.

¿Con el éxito del disco has olvidado ya el desamor que lo originó?
Digamos que mi ex ha hecho un mal negocio y yo el mejor de mi vida: me libré de ella, me deprimí para que los poemas viniesen a llenar los agujeros, me busqué el mejor socio para que esos pequeños poemas se transformaran en canciones grandes y ahora he encontrado al amor de mi vida, y estoy tan contento que creo que voy a tener que llevarme a Joaquín a Viena para que me ayude a escribir algunos poemas deprimentes.

¿Cómo ha recibido el público las nuevas canciones?
Bien, la gente siempre es lo mejor y son los dueños. Nosotros sólo somos sus empleados.

¿Han escrito nuevos temas recientemente?
No, ni siquiera nos hemos visto mucho últimamente. Así que aprovecho para enviarle un saludo a través de esta entrevista, la cual espero que se la dejen leer.

PANCHO, EL 'ANDAMIO'
Francisco Varona conoció a Joaquín en 1982 y, desde entonces, no han dejado de hacer canciones (ya llevan 100) o tocar juntos. Pancho revisa, desde Madrid, su hermandad con el originario de Jaén.

Esta gira es cercana a los shows que diste con Antonio García de Diego en el DF. ¿Esto le añade singularidad al regreso que tendrás?
Claro. Nos hemos sentido maravillosamente bien tratados como artistas en México, y cada vez que nos toca volver la alegría es más grande. Otra singularidad es la capacidad de convocatoria de Joaquín: seis Auditorios Nacionales frente a nuestros dos maravillosos y humildes Lunarios.

¿Qué músicos vienen en la gira?
Por orden de antigu¨edad en la banda: Pancho Varona (bajo, guitarra y coros), Antonio García de Diego (guitarras, teclados, coros), Pedro Barceló (batería), Jaime Asúa (guitarra y coros), Mara Barros (coros y percusiones) y Josemi Sagaste (sax, teclados, acordeón).

¿Qué te genera escuchar el disco?
Comenzó a gestarse, más que a grabarse, en noviembre de 2008. La grabación comenzó en junio de 2009, aunque ahora puedo decir que me encantaría cambiarlo todo (risas). Prácticamente no he vuelto a escucharlo, y no porque no me guste, sino que simplemente trato de descansar de un trabajo que te supone escuchar miles de veces las mismas canciones durante un año completo de tu vida.

¿Lo hecho con Benjamín Prado se distingue mucho de lo previo?
Hay un nuevo aire en las canciones, pero, al mismo tiempo, son más 'sabineras' que nunca.

Es bien conocida la frase de Joaquín: "Es mi andamio, mi todo", para referirse a ti. ¿Con qué palabras le devuelves la pelota?
Joaquín puso en su boca lo que yo siento cuando dijo eso. Tiene la gran virtud de saber decir las cosas de una forma en la que todos quisiéramos saber desenvolvernos. Ése es el gran Joaquín. Por eso la gente lo admira tanto, es el mejor portavoz que tiene la música en español. Pues sí, es mi andamio y mi todo. Sin él yo sería ahora mismo un triste funcionario del Estado encerrado en una oficina ocho horas diarias y, en cambio, estoy a punto de viajar a México para interpretar 'nuestras' canciones.

En 1982 tocaste con Joaquín por primera vez y hace 25 años se armó Viceversa. ¿Qué te dicen esas fechas?
Empecé con Joaquín hace casi 28 años? Y cada vez más felices. La etapa de Viceversa fue una etapa callejera, divertida, y lo pasamos maravillosamente bien. Joaquín quería a toda costa tener un grupo y lo consiguió. Ahí empezó todo, con Viceversa. Estas fechas me dicen que somos más mayores, pero más felices y más sabios que en el principio. Pero en esa época éramos jóvenes y ¡eso es impagable!


04 julio 2010

Sabina, en casa

Con la emoción de actuar en su Úbeda natal —por última vez— y con la agradable sensación de lo vivido en lo que lleva de gira, Joaquín Sabina se quita el bombín ante un público que le hace sentir, de nuevo, sobre los escenarios.

—Vuelve a su tierra para actuar mañana y lo hará después del partido entre España y Paraguay.
—Es verdad, los dos últimos partidos han coincidido con conciertos. Si gana la Selección Española contaremos con la euforia de la gente, y si pierde pues los consolaremos como podamos.
—¿Está siguiendo el Mundial?
—Es imposible no seguirlo. No hay radio que puedas oír, periódico que puedas abrir, o televisión que puedas encender y que no salga.
—¿A lo mejor algún día escribe una canción sobre este encuentro de fútbol internacional?
—No creo que el fútbol merezca una canción. Sigo los partidos, me gusta la selección y me divierte, pero me parece que ocupa en la vida de la gente un espacio bastante desmesurado.
—¿Para qué debería haber espacio en la vida de las personas?
—Yo, que ya creo en pocas revoluciones, sigo creyendo en la revolución de la ilustración, en que la cultura es lo que hace que uno esté menos solo. Y pienso que ese lado de la educación del ciudadano está muy abandonado.
—¿Cómo vive los directos de sus canciones después de un largo paréntesis sin pisar los escenarios?
—Bueno, llevamos más de sesenta conciertos en doce países. Es una experiencia muy enriquecedora y bastante inesperada, ya que esperaba una gira más tranquila. Y como hay una carga de tensión (ya que dije que nos despedíamos de los escenarios) se ha originado una explosión de complicidad, de calor de la gente, que nos ha calentado mucho el corazón.
—¿No se esperaba esa respuesta del público?
—No tanto. Uno va sacando discos y haciendo giras, y entras dentro de una rueda de la que crees que ya lo sabes todo. No esperaba que a los 61 tacos y con un disco bastante tristón hubiera este tipo de explosión en el público, fundamentalmente en Latinoamérica.
—¿Y qué tal la vuelta a España?
—Bueno, estuve en Las Ventas que es un clásico para mí y lo pasé muy bien. Y ahora voy a Úbeda, adonde no actúo todos los años. Además, no es cualquier lugar para mí, pues me trae tantísimas cosas que están ahí, en el baúl. No es un concierto normal, sino que está más cargado de emociones.
—¿Qué cosas sacará de ese baúl?
—En Úbeda está toda mi infancia con lo negativo y lo positivo. Ahí están las raíces absolutas de lo que soy, para bien y para mal. Entonces es un lugar muy emocionante para mí. Últimamente no voy porque mis padres ya no viven allí y no hay nadie directamente de mi familia. Además, es un lugar en el que, como me conoce cualquiera, me costaría pasear por allí. Pero es muy emocionante dar un concierto y tener enfrente a mis paisanos.
—Dice que esta es su última gira, pero ¿volverá a sacar otro disco?
—Como nos está gustando la gira, tocamos casi todos los días y uno no puede irse a disparatar por los bares —porque hay que cuidarse—, pues escribo una serie de canciones nuevas que me gustan mucho ya que han nacido en la carretera, en los aeropuertos, en los cuartos de hotel..., que es como a mí me gustaba escribir antes. Será un disco de carretera, que siempre tiene ese vértigo rockanrolero.
—¿Qué piensa de las críticas sobre su último álbum?
—¡Oye! El trabajo de los críticos es opinar sobre mí. El mío, no.
—¿Qué le gusta más: Joaquín poeta o Joaquín cantante?
—El que yo quería ser es el poeta, pero el que más me ha hecho disfrutar y el que más satisfacciones me ha dado es el cantante.
—¿Cree que esto puede dar un giro en algún momento?
—Bueno, sé que no dejaré nunca de escribir, pero supongo que alguna vez dejaré de cantar. Cuando pasan dos años sin subirme al escenario, no lo echo de menos. Me gusta el momento del escenario y cantar a la gente, pero todo lo que hay alrededor no me gusta nada. Prefiero estar en casa tranquilo y ser anónimo. En cuanto a mi relación con el público me siento realmente muy amortizado. Nunca esperé a estar cantando y a sacar discos, ni viajar por Latinoamérica. Todo eso es un regalo que los dioses paganos me dieron y que yo ni anhelé ni busqué. En ese sentido estoy tranquilo.
—¿Cree que aprovechó ese regalo?
—Creo que sí. A lo mejor no tanto como debiera y, en realidad me dedicara más a disfrutar de la vida que a devolverle al público tanto como me estaba dando. Pero tampoco me arrepiento de eso.
—¿Se paró a pensar que ha sido el icono de varias generaciones?
—Por eso no me paro a pensar. Porque no me gusta pensar tonterías.
—¿Cree que es una tontería ser el referente de mucha gente?
—No lo sé, es un traje que me viene muy grande. No me encuentro cómodo en él.
—En cualquier caso, su público le estima.
—Sí, pero uno no debe bañarse en esas aguas, no debe mirarse demasiado al espejo, porque yo me conozco y te aseguro que no me siento un icono de nada.


diario jaén/diana sánchez

29 junio 2010

Inolvidable epílogo de Sabina en Las Ventas

En la próxima entrega de la biografía de Javier Menéndez o en el documental que está preparando León de Aranoa; en cualquier escrito que tome su apellido en serio o en vano; en cualquier atisbo de utilizar alguno de sus giros o frases de letras de sus canciones, habrá que precisar sin duda que hay un antes y un después del Concierto que Sabina ha dado esta noche en Las Ventas. El lugar del mundo donde más ha dejado vibrar su voz y en el que siempre rescata a Unamuno y su “decíamos ayer” con pasmosa facilidad.

Aparentemente Sabina está siguiendo un guión claro que le reporta éxitos sin descanso y que respeta con mucha más disciplina de la que parece: grabar un disco entre la primavera y el verano; hacer una pequeña gira en otoño-invierno; marcharse a Iberoamérica y regresar a España en el albor del verano para ir “in crescendo” mientras se marca a fuego la cita que más acerca los toros a la música, la de Las Ventas. A veces ha sido en septiembre, después de pisar otros recintos. Y esta vez la ha adelantado a junio, al comienzo del “tour” que le va a tener unos meses dando vueltas. Pero en todo caso, el esquema sonaba similar. Y si esta vez no lo va a ser y cabe más que nunca atender a los detalles, es porque Sabina, en esas entrevistas “pre-madrileñas” que concede al “Rolling Stone”, al “Hoy por Hoy” y a los suplementos de los viernes que glosan las actividades de la siguiente semana, se ha hinchado a decir que este concierto era su último paseíllo en Las Ventas y que lo que venga, pasará en lugares más íntimos.

La pregunta ahora es si cabe creer a un tipo que adora el mundo taurino y que por tanto es susceptible de cortarse la coleta sin alejar de su vera la goma del pelo con que hacerse otra. Y mucho más si se comprueba el estado de forma aparentemente formidable con que afronta este periplo. Es cierto, él mismo lo ha admitido, que Las Ventas le supone en sus días previos una encerrona en casa, mal humor, un cuidarse especialmente y cierto ataque de pánico. Se puede comprender que alguien que lo ha sufrido en varias ocasiones, decida que no lo quiere repetir. Pero en honor a esas musas a las que canta y ripia, sería profundamente injusto dejar pasar su estado de gracia.

El Concierto de Sabina en Las Ventas no sólo ha desvelado la emoción de canciones que no envejecen envueltas en la emotividad del anunciado epílogo. Es que ha sido un prodigio en los detalles, que desvelan muchos más ensayos y preparación de los que seguramente la imagen canalla de Sabina quiera admitir. Si el Maestro tiene pereza de repetir el bucle de grabar, tocar en España en invierno, viajar, vivir su ataque de pánico y volver a disfrutar en Las Ventas, tiene otras soluciones que matar la pulga a cañonazos. Sus músicos, sus muchos amigos y los cercanos seguro sabrán dárselas. Pero no puede irse ahora, no ya porque se haya hecho imprescindible, ni porque en el Metro a la vuelta se vea que su público es uno de los más heterogéneos. Y ni siquiera porque él ya sea un mito en vida, con lo difícil que es para los de Úbeda llegar a serlo. Es que Sabina ha encontrado el punto a su música. Y lo tiene todo en orden, depresión del pasado incluida, para forjarse en lo mejor. La angustia de Las Ventas le acosa y le desnuda: ante los retos más desafiantes, Sabina se supera. La solución no es dejar de atreverse a afrontarlos.

Imagino que a esta misma hora los críticos forjan palabras en las que leeremos cosas de todo color. Y tampoco se puede hacer demasiado caso a estas tan humildes, porque nacen desde la admiración profunda. Pero ciñámonos a hechos. Sabina es un tipo de 61 años capaz de aguantar casi 3 horas en un escenario sin perder el pulso. Con muchas canciones dignas de elevarse y que han encandilado a generaciones. Y sobre todo, es un músico a quien en ninguna faceta se le ve un solo síntoma de agotamiento. Hasta la voz, excusa más recurrente, la ha asociado a su figura. Por eso marcharse sería perder demasiado para el Olimpo. Huir sería comprensible siempre y cuando hubiera razones para hacerlo. Y quedarse en casa acabaría motivando un nuevo Praga al que tal vez en esta ocasión no pudiera unirse el hechizo de Benjamín Prado. Decir “adiós”´de golpe, sin que haya un sólido “argumentario”, haría brotar en el alma el chorro de una puñalada...

Así que Sabina está entero y su música también. Ayer fue presuntamente el epílogo en Las Ventas. Se hablará de ello y con suerte, no lo será y el título de este relato resultará erróneo y anacrónico. Ojalá. Bendito Amén.

Fuente: amingarro.spaces.live.com

28 junio 2010

El sueño sigue en pie

fiesta celeste y blanca

18 junio 2010

Sólo vale lo que la memoria retiene


La experiencia personal y las lecturas sólo valen lo que la memoria haya retenido de ellas. Quien haya leído con alguna atención mis libros sabe que, más allá de las historias que van contando, lo que allí hay es un continuo trabajo sobre los materiales de la memoria, o, para decirlo con más precisión, sobre la memoria que voy teniendo de aquello que, en el pasado, fue memoria sucesivamente añadida y reorganizada, en busca de una coherencia propia en cada momento suyo y mío. Tal vez esa deseada coherencia sólo empiece a dibujar un sentido cuando nos aproximamos al final de la vida y la memoria se nos presenta como un continente a redescubrir.

José Saramago-Fragmento de Cuadernos de Lanzarote 1993/1995

09 junio 2010

"...un hombre alado extraña la tierra"

"Me verás volar
por la ciudad de la furia,
donde nadie sabe de mí
y yo soy parte de todos.

Con la luz del sol
se derriten mis alas.
Solo encuentro en la oscuridad
lo que me une
con la ciudad de la furia.

Me verás caer
como una flecha salvaje,
me verás caer
entre vuelos fugaces.
Buenos Aires se ve
tan susceptible...
Ese destino de furia es
lo que en sus caras persiste.

Me dejarás dormir al amanecer
entre tus piernas,
entre tus piernas.
Sabrás ocultarme bien y desaparecer
entre la niebla,
entre la niebla.
Un hombre alado prefiere la noche.

Me verás volver,
me verás volver
a la ciudad de la furia..."

06 junio 2010

¿Somos todos iguales ante la ley de verdad?

"Cada vez es más normal que todo sea muy raro, y ese es nuestro problema", me dice Juan Urbano mientras bebe su segundo café del día y señala con un dedo pesimista la página del periódico en la que se dice que el PSOE estudia un camino jurídico, que se adivina largo y lleno de curvas, para obligar al Gobierno de Esperanza Aguirre a que les deje mirarle el sótano a las cuentas del ex consejero Alberto López Viejo, imputado en el caso Gürtel. Será así o de ninguna forma, porque si no lo manda un juez, la Mesa de la Asamblea regional, que controla el PP con una ferocidad de zorro a cargo del gallinero, no va a dárselas por las buenas, y a quién le importa que el mismo partido que en el Congreso exige con toda la energía del mundo que se le mire el patrimonio a José Bono, por ejemplo, aquí defienda justo lo contrario, igual que si la política consistiese en exigir transparencia al enemigo mientras tú tapias las ventanas de tu casa. ¿Se acuerdan de esa escena de Casablanca en la que Humphrey Bogart le está preguntando a Claude Rains por qué le cierra el local y, mientras, el policía le responde: "¡Qué escándalo, en este establecimiento se juega!", un empleado del casino se le acerca, le da unos billetes y le dice: "Comisario, sus ganancias de hoy...".
Los socialistas quieren ir al juzgado porque creen que la intención oculta del PP es sentar un precedente que impida en el futuro que otros altos cargos regionales de más relevancia que López Viejo no puedan ser investigados, y su portavoz dice que "el PP juega con la baza de que los recorridos jurídicos son lentos y difíciles", sin darse cuenta de lo fácil que es resolver eso si sigues el método Garzón: sumas un magistrado del Tribunal Supremo, un sindicato ultraderechista y una vicepresidenta, y los tribunales van a toda máquina, se vuelven diligentes y, en menos que canta un gallo, te ponen a un juez de la Audiencia Nacional en la calle.

Pero más allá de eso, lo que a Juan Urbano le sorprende que no nos sorprenda es la facilidad con que en España se coloca a muchas personas más allá de la ley. "Porque nos dicen continuamente que a un montón de personas no se les puede enjuiciar porque tienen inmunidad parlamentaria, o como se llame, y lo aceptamos como si fuera la cosa más normal del mundo, cuando en el fondo es un disparate. Como lo es que un cargo público sospechoso de haberse quedado con lo que no era suyo, se pueda esconder en las esquinas de los juzgados y hacerse invisible a la justicia poniéndose el traje de diputado o de ex diputado, mientras que al resto de nosotros Hacienda nos puede poner boca abajo cuando quiera, para ver qué se nos cae de los bolsillos.

Voy a leerme otra vez la Constitución, a ver si dice que todos los españoles somos iguales ante la ley pero ella ante nosotros, no. Porque si no pone eso, habrá que añadírselo para que diga la verdad.

El PSOE pide las declaraciones del patrimonio y de la renta de López Viejo desde que fue nombrado en 2003, para comprobar si el chalé que utilizó como garantía del pago de la fianza impuesta por el juez Pedreira, que instruye el caso Gürtel, se financió con su sueldo de consejero o, como sospechan ellos, con dinero negro procedente de la trama, lo cual, de ser cierto, daría lugar a una paradoja entre ridícula y siniestra, porque es igual que si un atracador pudiera librarse de ir a la cárcel pagando su fianza con el mismo dinero que se llevó del banco pistola en mano. El PP se ha negado a facilitar esas declaraciones y si sumas dos y dos te sale blanco y en botella.

Juan Urbano y yo salimos de la cafetería en la que estábamos desayunando un poco malheridos por las noticias, como tantas mañanas, y mientras vamos hacia lo que aún queda de nuestros trabajos, tal vez estemos pensando lo mismo: que todos los caminos van a dar a la Gürtel, tanto si entras por la puerta del Tribunal Supremo como si entras por la puerta de la Asamblea de Madrid. Está más claro que el agua.

31 mayo 2010

Un talentoso y ecléctico nexo entre el tango clásico y la renovación

Entre el clasicismo y la renovación, en esa zona de arenas movedizas, se movió siempre Rubén Juárez. Y lo hizo con su estilo desenfadado y su calidez y talento musical. Bandoneonista y cantante de voz portentosa, este cordobés de estirpe del conurbano bonaerense dejó composiciones y shows memorables.

Juárez nació en noviembre de 1947 en la localidad de Ballesteros, pero desde su infancia fue habitante de las calles de Avellaneda, en el sur del Conurbano.

Por una cuestión generacional, pero también por un respeto bien entendido del tango más añejo (un respeto alejado de la mera contemplación de piezas de museo), se convirtió con su bandoneón en un eslabón entre los cantores de las décadas del 40 y el 50 y la renovación de los 70, desde su aparición en el mítico Caño 14.
Allí arrancó su carrera hace casi cuatro décadas, de la mano de Aníbal Troilo, su padrino artístico. "Pichuco era el sabio que en cuanto venía alguien con algún chisme lo paraba en seco. Era el Uno, Hablaba la mafia, hablaba el capo", relató en alguna entrevista.

Se lo recordará por sus presentaciones pasionales, inusualmente variadas, con una comunicación fluida con el público, más propia de un café concert que de aquello que los manuales definen como espectáculo tanguero. Y también por obras como "Mi bandoneón y yo" y "Qué tango hay que cantar".

26 mayo 2010

Conferencia de prensa de Joaquín Sabina en Puerto Rico

Sabina admite que llega a Puerto Rico con la banda "muy rodada", pero aclara que los conciertos masivos "nos gustan mucho. Estuvimos en el estadio de Boca (Juniors, La Bombonera) y en el verano en España tenemos una ronda por las plazas de toros", por lo que no se mostró preocupado por un escenario en el que no ha tocado aún: el Coliseo de Puerto Rico, en Hato Rey.
No podía ser de otra forma. Y es que la cerveza que dejaron sobre la mesa anunciaba de forma inequívoca que el español Joaquín Sabina, ya llegaba para hablar de su concierto de mañana, sábado, y deleitar a los presentes con opiniones sobre el Atleti, la huelga de estudiantes de la UPR y el paso del tiempo, en un artista que ha sabido, precisamente, mantenerse en el tiempo y lograr una fidelidad a toda prueba de sus fanáticos.

Son pasadas las 11:00 de la mañana y la cerveza ya tiene dueño: Sabina, con sus 61 años a cuesta y medio centenar de conciertos masivos se planta en la mesa y después de cuatro años ausente de Puerto Rico se encarga de demostrar que nada ha cambiado, aunque sí su apariencia física, que se ve rejuvenecida después de un período en el que "tenía todos los vicios".

Respecto del concierto, adelanta que será una selección de canciones del álbum "Vinagre y rosas", más un recorrido por canciones del pasado, en la que han tenido mucho que ver su banda, encabezada por Pancho Varona, con quien ha compartido 25 años de carrera y muchas idas y venidas para presentar temas como "Blues de alambique", "Tiramisú de Limón" y "Viudita de Clicquot".
Serán casi tres horas de música y recuerdos, porque si se repiten los temas de hace unos días en San José de Costa Rica, los fanáticos podrán escuchar algunos clásicos como "Medias negras", "Peor para el sol", "El Boulevard de los sueños rotos", "Una canción para la Magdalena", "¿Quién me ha robado el mes de abril?", "Calle Melancolía" y las infaltables "19 días y 500 noches", "Princesa", "Amor se llama el juego" y "La del pirata cojo".

"Las que ya me han cansado, no las canto. Son las que no las siento, no me importan o con el tiempo ya han pasado", sostiene.

El artista hace una pausa en medio de sus respuestas y se dirige a un muchacho, que viste una camisa del Atlético de Madrid, reciente ganador de la Europa League. "Bonita camisa", le dice, al tiempo que indica que "desde 1961 no ganábamos nada. No soy un macho futbolero, pero sí hay una cuestión cultural con el Atleti, con el barrio, con que pierde siempre".

El corazón de Sabina, se sabe, es del Atleti y de los perdedores, por eso recuerda a su acérrimo archirival, el Real Madrid, "el equipo franquista", con lo que toca otro de sus temas predilectos: la política.
Sabe muy bien con quién quedarse

Consultado sobre la huelga que mantienen los estudiantes de la Universidad de Puerto Rico, no tiene dudas: "Entre los estudiantes y la Policía, sé muy bien con quién me debo quedar", afirma. Dos jóvenes de Radio Huelga, un medio que ha hecho de portavoz de los universitarios a través de Internet, le piden que envíe un mensaje y Sabina insiste en que está con los estudiantes y anticipa que comparará los periódicos para enterarse del conflicto.

Sabina se ve rejuvenicido, aunque admite que pronto dejará de realizar conciertos masivos. Y entonces revela que cuando piensa en eso, también piensa "en los escenarios y en los hoteles, dulces hoteles" y no descarta en algún momento en volver. Eso sí, afirma que "es un disparate que a mis 61 años esté saltando de aeropuerto en aeropuerto".

La nueva vida de Sabina no está libre de continuar fumando y bebiendo "una que otra copita, pero la nariz la uso sólo para respirar y mi novia no me deja tener novias"

Fuente: primerahora.com/14 de mayo 2010

18 mayo 2010

Día Internacional del Museo

“Los museos son medios importantes de intercambio cultural, enriquecimiento de las culturas y desarrollo de entendimiento mutuo, cooperación y paz entre las personas”.
Bajo esta premisa, hace 26 años, en 1977, el Consejo Internacional de Museos ICOM, institución gremial que reúne los profesionales de los museos alrededor del mundo, expidió la resolución No. 5. En ella, se decretó el 18 de mayo como fecha para celebrar cada año a nivel Internacional el Día del Museo.
La consideración del ICOM entendía que en el siglo 20 el papel del museo dentro de la sociedad fue adquiriendo progresivamente una importancia cada vez más trascendental y por ello resultaba relevante recordar cada año este rol y hacer énfasis en la función que estas instituciones que pueden ser de tipo científico, histórico, artístico o tecnológico, cumplen frente al intercambio cultural de las personas. La Asociación “Nueva Argentina” teniendo como uno de sus ejes la acción y promoción Cultural celebra y se une a este festejo, a través de su Presidente el Licenciado Walter Arjona, quien hace llegar su saludo a todos los trabajadores de nuestros museos.

Cada año la celebración del día del museo tiene un tema particular. Esto permite a todos los museos del mundo reflexionar al unísono sobre problemáticas específicas en las cuales participan en su actividad cotidiana. Temas de años anteriores han sido Museos y el medio ambiente, Los museos detrás de escena, Coleccionando hoy para mañana, La lucha en contra del tráfico ilícito de bienes culturales, Placeres del descubrimiento, Museos de paz y armonía en la sociedad, Museos: construyendo comunidad y Museos y la globalización, entre otros.

Es importante que la comunidad entienda la capacidad que tiene de participar activamente en el devenir del museo y es aún más trascendental que el museo sepa aprovechar a su público para tener en él como promotores generadores de vida de la institución. Desde nuestra Asociación Nueva Argentina invitamos y propulsamos la visita de todos los jujeños a nuestros museos reconociendo en ellos toda la riqueza acumulada y compartida de nuestros pueblos. Nuevamente un fuerte abrazo y saludos a todos los trabajadores de los museos que continúan y dedicadamente cuidan y fomentan el patrimonio de todos nosotros.

17 mayo 2010

Ciudad del contrahombre & Noctambulario

El poemario está dividido en dos partes. Por un lado Ciudad del contrahombre y por otro Noctambulario. En ambas partes el yo poético se ve apartado de la ciudad que le vio crecer y ahora lo sume en una caverna echando la vista atrás ejercitando la memoria. Aquel que ha visto cómo sus pasos han hecho camino más allá de su ciudad, puede ser ahora un apátrida, alguien perdido en la clandestinidad y en el dolor de la memoria.

A veces es suficiente el primer verso para que el lector se ponga en alerta. Puede que a partir de ese momento, el poemario entre rápidamente en una debacle de la que ya no se salve hasta el final. Puede que se trate solamente de un tropiezo y el poemario retome el vuelo. El lector tiene que mantenerse despierto, ajeno a prejuicios y con la mente clara para prepararse ante lo que el poeta le va a decir. En el caso de Ciudad del contrahombre empiezo leyendo un verso que me desconcierta: "Mujer ciudad. Ciudad sin sombras, te amo desde antes que naciera el trueno." Esto ya me hace temer lo peor, que lo que me voy a encontrar no me va a convencer, pero sigo leyendo atento, con la mente lo más despejada que puedo. Y cuando llego al final tengo la sensación de haber leído un poemario bastante irregular.

Parece que algunos poemas hayan sido escritos con el alma y otros solamente con la pluma. A medida que iba leyendo el poemario me encontraba con cantos de auténtica nostalgia y dolor pero también con versos que me dejaban indiferente. Eso último quizá sea porque algunos poemas resultaban demasiado repetitivos (cuántas veces habré leído las palabras "memoria", "caverna" y "escombros" a lo largo del poemario), en ocasiones superficiales y hasta incluso a veces se pierde la senda de la poesía para pasar al aforismo. No obstante, es agradable encontrarse con poemas como Los zapatos sobre la avenida y La ira de Leviatán.

Lo que me queda después de la lectura es haber asistido a un poemario irregular: una mezcla de cantos de auténtica necesidad y otros de simple expresión artificial.

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Eleazar Rivera, Santo Domingo, San Vicente, 1976. Se graduó como profesor de literatura en la Universidad de El Salvador. Fue miembro del Taller de Letras “Talega”. Ha obtenido diversos reconocimientos, entre los que destacan: Premio Centroamericano de poesía Pablo Neruda, Premio María Escalón de Núñez, Primer Lugar en los Juegos florales de Sonsonate y Santa Ana, entre otros. Su obra ha sido publicada en diversas revistas y periódicos de El Salvador y Centroamérica.

14 mayo 2010

“No conozco canciones de amor optimistas”

Si de un helado de aguardiente alguien puede sacar una canción y en ella hacer que una tanguita de serpiente suene a vestimenta de musa. Ese es Joaquín Sabina.

Así lo prueba y lo canta el español en Tiramisú de limón, punta de lanza del disco Vinagre y rosas. Quedó claro que el llamado Flaco de Úbeda seguía tan flaco como siempre, tan estilísticamente sorprendente con la palabra como hace 22 años atrás cuando era El hombre del traje gris, o hace 32 cuando ponía a circular su primer Inventario.
¿Truco o juego? ¡Lo que sea! Sabina consigue sacar frutos de los terrenos áridos, de eso lares donde el ego corre el riesgo de no salir victorioso: el desamor, la melancolía y la tristeza.
Cuando la pluma es buena y se tiene por costumbre ver más allá de la propia nariz , lo “mío” se vuelve “tuyo” y lo del “otro” se vuelve “nuestro”.
Eso pasó para el Vinagre y rosas, disco que ha puesto a girar a Sabina por toditas partes y eso incluye a Costa Rica, donde, a fuerza de presión y derecho al berreo, los fans obtuvieron dos fechas en lugar de solo una: 11 y 12 de mayo, en el Palacio de los Deportes.
Para suerte de Sabina, su amigo Benjamín Prado –un feroz escritor– tenía el corazón hecho polvo y, en el afán de alivianar las penas, ambos se marcharon a Praga (República Checa). Y desde esa musa cruel, que es el dolor, se asomaron las canciones.
Gracias a que el teléfono acorta distancias, Sabina habló de todo esto con Viva, desde España.
-Voy a hacer la pregunta tonta de la semana, digo “tonta” porque es una cuestión de sentido común: el vinagre es agrio y las rosas de aroma dulce. ¿Vinagre y rosas es el desamor y el amor encontrados en una misma línea?
Exactamente. Es una lucha de contrarios, una paradoja. Me gusta mucho trabajar con palabras que, aparentemente, se oponen pero que cuando se juntan, como los dos polos contrarios de la electricidad, producen una descarga.
-Pasaron cuatro años desde que hizo el disco Alivio de luto, ¿acaso estaba aburrido, acaso ocupaba detonante?
Estaba un poco fuera del momento de escribir canciones y lo que disparó esta nueva serie de canciones fue irme a Praga con un amigo, al que acababa de dejarlo su novia (se ríe). Un amigo muy querido y un muy buen escritor...
-Benjamín Prado.
Exacto. Y en esa ciudad tan melancólica, tan hermosa, tan íntima y donde absolutamente nadie nos conocía la pasamos muy bien, hicimos una celebración de la amistad y, luego, escribimos las canciones de este disco.
-Por eso, Praga es escenario de Cristales de bohemia.
Claro, porque es en Praga donde nacieron esas canciones.
-¿Fue divertido o, más bien, fue necesario escribir a cuatro manos con Benjamín Prado?
Primero fue divertido porque él estaba mal y yo estaba demasiado bien (se ríe). A él lo había dejado su novia y a mí, mi novia no me dejaba tener novia (suelta la carcajada). Si a mí no se me ocurren canciones, tengo otras cosas que hacer, no vivo atormentado por escribir canciones. Pero en ese momento, sí tenía ya la necesidad de escribir canciones y de tener canciones nuevas para cantar. Todo eso colaboró para que las hiciéramos.
-Por la gracia con que cuenta que a Benjamín lo había dejado su novia, me atrevo a preguntar: ¿Es el dolor, entonces, una buena fuente de inspiración, una musa cruel?
Son un poco ambas cosas. El dolor es cruel, pero las canciones nacen del dolor más que de la alegría. No conozco canciones de amor optimistas; eso no existe, eso sería un insulto para la pobre gente que solo tiene desamor.
“El desamor, la melancolía, la tristeza son jardines donde florecen mejor las canciones”.
-¿Siente que es cierto lo que dicen de que en este Vinagre y rosas hay un ligero paso de lo autobiográfico a tomar vidas prestadas?
En realidad, no son vidas prestadas. Cuando uno escribe canciones de desamor araña en su propia memoria, en su propia biografía y araña también en la memoria de la gente, puesto que si la gente no puede apropiárselas como suyas, las canciones no existen. Si hablamos de canciones de autobiografía, ahí esta Viudita de Cliquot.
-Además de la (canción) Crisis, ¿cuáles podrían ser para usted libros sin punto y final?
Pues seguramente el que llevo años escribiendo y nunca me he decidido publicar y que es una especie de caleidoscopio de cajón de sastre, de revoltijo caótico donde se mezcla mi memoria, mi vida actual y un montó n de historias . Es un gran libro y digo “gran” no porque sea muy bueno, sino porque es muy gordo. Alguna vez lo publicaré, si consigo acabarlo.
-A veces pienso que una parte de Chile quiere olvidar el golpe de Estado y hoy, 36 años después del mismo, en un hermoso homenaje que hace usted a Violeta Parra en Violetas para Violeta, recuerda este hecho: “pregúntales a los milicos qué hicieron en La Moneda”.
Yo, que amo a Chile, y eso se ve en la canción, sí creo que en Chile ha habido una especie de amnesia provocada para no remover el pasado y para que la gente no tenga muy presente lo que hicieron en La Moneda. Por eso hice la canción, para recordarles a los chilenos quién fue Salvador Allende y quiénes éramos los que amábamos ese proceso.
-En Costa Rica, miles de sus seguidores armaron un revuelo a través de Facebook para un segundo concierto suyo y lo lograron. ¿Al salirse los fans con la suya, Sabina se sale también con la suya?
Yo dije que sí hiciéramos un segundo concierto cuando me enteré de eso, pero no me salgo con la mía (se ríe). No me gusta cantar dos días seguidos, me gusta acabar de cantar e ir con los amigos a tomar unas copas. Para cantar al día siguiente, tengo que irme temprano a la cama y mantenerme mudo y sobrio (se ríe), pero creo que los costarricenses se lo merecían y yo también. Siempre que he actuado en Costa Rica, he sido bastante feliz, he hecho hasta canciones allí. Qué menos que uno se cuide un poco para darles gusto a los costarricenses.
-Hace ocho años conversamos para Dímelo en la calle y le pregunté si había logrado escribir la canción más hermosa del mundo...
Y te dije que no.
-Exactamente, y que la gracia era tratar de seguir escribiéndola...
(Se ríe) Pues la respuesta sigue siendo la misma.

entrevista/nacion.com

06 mayo 2010

Chavela Vargas incluye dueto con Joaquín Sabina en su nuevo disco



La legendaria Chavela Vargas, con sus 91 años, lanzará el disco "¡Por mi culpa!", en el que hace duetos con artistas como Joaquín Sabina, Eugenia León y Lila Downs, informaron hoy fuentes de su entorno.

"'¡Por mi culpa!' se produjo con un grupo de amigos que Chavela eligió y que contiene sus canciones predilectas", indicó María Cortina, coproductora y autora de un libro sobre la cantante, de la que es amiga cercana.

El disco fue dirigido totalmente por la artista, que, a diferencia de sus discos anteriores, se beneficiará de sus ventas, explicó Cortina, representante de la Fundación Cultural de la Ciudad de México.

"Ésta es una revancha contra las compañías disqueras, que a la fecha no le han otorgado los beneficios que le corresponden a los discos que ha grabado durante toda su vida", acusó.

Vargas, nacida en Costa Rica, pero afincada en México desde los 14 años, rechazó en 2007 un Grammy honorífico, máximo premios otorgados por la industria musical.

Chavela invitó a cantar a Joaquín Sabina en el tema "Nosotros", ambos mantienen una gran amistad desde hace años। En su reciente gira por México -aún en curso- Sabina visitó a la artista y destacó la atracción que sienten ambos por la parranda.

Con décadas y décadas de carrera, Vargas fue protagonista de muchos excesos que dieron al traste con su carrera, bache del cual logró salir. Sabina, por su parte, tuvo un serio problema de salud hace unos años que le hizo bajar la intensidad de sus noches.

Según Cortina, en diciembre pasado la cantante -que vive retirada en un lugar cercano a la capital y sufre algunas complicaciones físicas- fue sometida a una cirugía que la obligó a suspender una grabación a dueto planeada con Sabina en España. Sin embargo, se incluyó el previamente grabado por ambos "Nosotros".

04 mayo 2010

Juan Gelman cumple 80 años


Rompes las palabras y lo que tienen dentro es el poema. Eso es lo que aprendes al leer a Juan Gelman, que hoy, 3 de mayo, cumple 80 años y que ha llegado a esa edad partido en dos, porque desde sus primeros libros mayores, Gotán, Cólera Buey o Los poemas de Sidney West, escritos entre mediados de los años cincuenta y finales de los sesenta, el autor y el hombre han seguido caminos opuestos que se parecen en que ambos son difíciles y se diferencian en que uno fue una elección y el otro fue una condena. El primero es la literatura y el segundo es la política, que lo ha acosado de manera terrible, con golpes tan demoledores como el asesinato de su hijo y de su nuera y el rapto de su nieta, en los tiempos en que la dictadura ennegrecía su país. Cuando hace unas semanas ocupó su lugar tras la pancarta de una manifestación que recorría las calles de Madrid para exigir que los crímenes del franquismo no sigan impunes y que el juez que los quería investigar no sea perseguido, seguramente el autor de Valer la pena era, entre miles de personas, una de las que mejor sabía contra qué estaba caminando hacia la Puerta del Sol. También debía de ser una de las más sorprendidas al ver lo que ocurre aquí mientras en Argentina aún se persigue y condena a los golpistas y se anulan las amnistías que los salvaguardaban. La Anguila, como apodaban al general Videla, ha dejado de sonreir en el fondo de su ciénaga.
Pero Juan Gelman, que no sólo ha escrito que la vida en un continio dentrofuera sino que lo demostró, cuando hizo falta, pasando de la reflexión a la acción y del periodismo militante a la lucha guerrillera, y que no habla de oídas porque ha visto caer a muchos compañeros, por ejemplo a compatriotas como narrador Haroldo Conti o el poeta Francisco Urondo, torturados y moridos, como él diría, por los militares, no es un poeta social al estilo de Pablo Neruda o RafaelAlberti, que escriba versos pensados para declamarse en una plaza llena de banderas, sino alguien que, tal y como lo describió Julio Cortázar, "invoca las sombras desde el sosiego" y pone "una permanente caricia de palabras sobre tumbas ignotas." Para darle la razón, no hay más que ir a una lectura suya y oirle leer sus textos con un tono monocorde, en voz baja y sin hacer la más mínima concesión al espectáculo, seguro de que la poesía no consiste en exhibir emociones, sino en controlarlas. En un hombre que ha pasado por un infierno como el suyo, ese dominio es admirable, y más en este mundo en el que otros gritan tanto con tan pocos motivos.

Tener ochenta años significa que, de 1930 hasta ahora, al autor de Pais que fue será lo han mojado, de cerca o de lejos, las grandes tormentas del siglo XX, y que aparte de su drama personal lo han salpicado los dramas colectivos de un tiempo lleno de luz y sangre. Gelman ha ido a cobijarse del diluvio a la casa de la literatura, pero en lugar de instalarse en sus salones ha buscado el sótano armado con una pala, convencido de que su trabajo consiste en cavar dentro del idioma y hacer que las palabras digan lo que ignoran o intentan ocultar quienes las pronuncian: "el poema sigue en lo que no se ve", asegura en su úlimo libro, De atrásalante en su porfía, que sin duda es un título tan extraño como revelador.

"Hoy en dia, cualquier poeta que levante la voz, sonará falso", predijo el poeta W, H, Auden, y Juan Gelman le da la razón dentro de su obra pero se la quita fuera, porque el premio Cervantes del año 2007 es un doble ejemplo de compromiso con la literatura y con la realidad y demuestra que no es incomplatible descender al lenguaje y subir a la calle, según se trate de escribir un poema o de encabezar una marcha ciudadana. Y todo ello con esa "voz que sosiega" en lugar de entregarse "al paroxismo y la denuencia" como decía su amigo Julio Cortázar. La celebración de su cumpleaños es una buena disculpa para ponerlo como modelo: lo miras y ves que es posible ser firme y respetuoso, flexible y coherente. Y luego escuchas a otra gente y te das cuenta de que aquella maravillosa frase de Voltaire, "odio sus ideas, pero daré mi vida por defender su derecho a expresarlas", no está hecha para ellos.

Déjenme que, por una vez, lo imite y me salte la gramática para que los singulares y los plurales puedan convivir en la misma frase, al menos dentro de este artículo: Juan Gelman cumplen ochenta años, el escritor complejo y el hombre de al lado. Merece la pena seguirlos a los dos.


Benjamín Prado/El País/4 de mayo 2010

02 mayo 2010

Homenaje a Mercedes Sosa


En Nueva York, cantantes latinoamericanos y la legendaria estadounidense Joan Baez, rindieron homenaje póstumo a "la voz de América": Mercedes Sosa.

Los intérpretes recordaron a la “Negra” entre anécdotas, risas y canciones, dando nueva vida a temas que ella hizo famosos. Entre sus grandes éxitos fueron interpretadas canciones como Gracias a la vida, Todo cambia, No nos moverán, Alfonsina y el mar, La maza y muchas otras.

"Tributo a Mercedes Sosa" fue el primer concierto en Estados Unidos que convocó en el mismo escenario al grupo de estrellas que, bajo la dirección musical del argentino Marcelo Lupis, interpretaron los grandes éxitos de Sosa. El concierto fue organizado por el argentino Néstor Lacoorén en el Avery Fisher Hall del Lincoln Center (Nueva York).

Los cantautores argentinos Piero y León Gieco, el uruguayo El Sabalero y la neoyorquina Joan Baez (conocida por sus temas sociales y su activismo político), la folclorista peruana Eva Ayllón y su compatriota Tania Libertad, todos ellos cautivaron una vez más al público latino con sus voces y manifestaciones de cariño hacia su amiga.

El público se emocionó y se ponía de pie durante la interpretación de los temas de Sosa que parecen estar fundidos en la sangre de la gente latina.

También tomó el escenario la cantautora Teresa Parodi, quien destacó la larga amistad con Sosa, a quien acompañó casi hasta el último momento.

Mercedes Sosa dejó este mundo el 4 de octubre de 2009. Su último trabajo es "Cantora", lanzado poco antes de su muerte, un álbum doble donde enterpreta 34 temas a dúo con destacados cantantes iberoamericanos y cierra con el himno nacional argentino.

Parte de los fondos que se recaudaron en el concierto serán donados a dos organizaciones sin fines de lucro a las que apoyaba Sosa.

Actualidad.RT

29 abril 2010

Alejandra

Alejandra Pizarnik nació en Buenos Aires, el 29 de Abril de 1936, en una familia de inmigrantes de europa oriental. Estudió filosofía y letras en la Universidad de Buenos Aires y, mas tarde, pintura con Juan Batlle Planas. Entre 1960 y 1964, Pizarnik vivió en París donde trabajó para la revista "Cuadernos" y algunas editoriales francesas, publicó poemas y críticas en varios diarios, tradujo a Antonin Artaud, Henri Michaux, Aimé Cesairé, e Yves Bonnefoy, y estudió historia de la religión y literatura francesa en la Sorbona. Luego de su retorno a Buenos Aires, Pizarnik publicó tres de sus principales volúmenes, "Los trabajos y las noches", "Extracción de la piedra de locura" y "El infierno musical", así como su trabajo en prosa "La condesa sangrienta". En 1969 recibió una beca Guggenheim, y en 1971 una Fullbright. El 25 de septiembre de 1972 fallece en su ciudad natal.


de
ÁRBOL DE DIANA

"ella se desnuda en el paraíso
de su memoria
ella desconoce el feroz destino
de sus visiones
ella tiene miedo de no saber nombrar
lo que no existe"

"ahora
en esta hora inocente
yo y la que fui nos sentamos
en el umbral de mi mirada"

"no más las dulces metamorfosis de una niña de seda
sonámbula ahora en la cornisa de niebla
su despertar de mano respirando
da flor que se abre al viento"

"la pequeña viajera
moría explicando su muerte
sabios animales nostálgicos
visitaban su cuerpo caliente"

26 abril 2010

Borges/Sábato

El viejo reproductor hace girar el cassette en donde quedan grabadas las voces de dos mentes lúcidas: Borges y Sábato. Por común acuerdo, obviaron la política en estos diálogos, la mayoría acontecidos en la casa de la pintora uruguaya Reneé Noetinger, amiga de ambos, mientras en el edificio de al lado moría la mamá de Borges. Alguna vez también se dieron cita en un bar de Maipú y Córdoba, rodeados de incrédulos espectadores.

Sábato dijo que los periódicos deberían salir cada año o cada siglo, ya que no ocurre nada importante en las noticias que se dejan leer en ellos. Borges acotaba al respecto que los periódicos envejecen tan pronto como ya se los ha leído, que no empleaba su tiempo en leerlos y que la política no era de su interés, ni la última literatura latinoamericana. Borges no era muy aficionado a la música contemporánea, pero alguna vez le hicieron escuchar The Beatles, con lo que quedó enternecido. Para Borges un cuento no debía señalar nombres de lugares reales, para que los lectores no cuestionen o encuentren errores en la obra. Una emoción intempestiva desencadenaba un cuento –confesaba–, como en esa precisa economía verbal que exige La Poesía; en cambio Sábato veía en la novela –como Joseph Conrad–, a un África remota, a la que había que ir desvistiendo con el avance de una barca en las oscuras aguas de un mar intranquilo, como separando de los ojos la niebla. Sendos juicios del mecanismo de escribir de los dos argentinos más notables que la humanidad ha producido.

Alguna tarde de sábado en que la madre de Borges contaba ya sus últimos días, a los 98 años, ambos escritores desvanecían su congoja, como un llanto de palabras que se deslíe en atmósferas de sueño, en el viejo recinto donde la copa de agua parecía esclarecer el enigma de Dios en Borges, y el vaso de whisky de Sábato rememoraba un letargo de palabras dulces, donde un loco podía ser un Dios que sueña despierto, y un mendigo una persona despierta que lamenta ser cuerdamente mundano.
Aún parece girar en el recinto el reproductor de cassettes antiguo, aun para la época, como evocando ciegas conversaciones que suceden a un infinito de citas célebres. Obsesiones, lecturas comunes y reflexiones en torno a la idea de Dios, el arte, el tango, pintura, cine, la muerte, la lúcida locura. Una empatía comunicativa poblaba el ámbito de las conversaciones, esa serie de diálogos signados por la divinidad cabalística del número 7; diálogos de los que han dicho contados insensatos, que fueron inventados, mas cuando uno se compenetra con el tomo, reviven las lúcidas voces de estos dos seres míticos, que como dos almas flotarán al encuentro de sus palabras inmortales.


Jack Farfán Cedrón/Reseñas/16-04-09

Referencia bibliográfica: Orlando Barone (compilador), 2007. Diálogos Borges/Sábato. Emecé Editores/Argentina

08 abril 2010

Logramos cumplir un verdadero sueño


“Con Joaquín estuvo buenísimo –dice Rubén– porque fue cumplir un sueño y estar con el grande de la canción en castellano, el letrista, el poeta. Le hicimos la música a dos letras que nos fue mandando, y al final nos juntamos todos en el estudio y estuvimos grabando las voces sobre nuestra base. Fue cumplir un sueño que en nuestros sueños más húmedos de jovencitos no lo imaginábamos. Fue como, no sé, que nos llamaran los Stones para una zapada”. A diez años de juntarse con la única la intención de hacer versiones del grupo español Leño, Rubén Pozo Prats (guitarra y voz) y José Miguel Torres (bajo y voz, más conocido como Leiva) no sólo tienen una popularidad enorme en España, sino que fueron convocados el año pasado por Joaquín Sabina para participar de la grabación de su último álbum Vinagre y rosas. Gestado en el circuito de los pequeños clubes de rock de Madrid, el dúo Pereza fue ganando fans gracias a un estilo que podía unir a sus amados Rolling Stones con Marc Bolan y referencias locales como Burning y Tequila, donde justamente tocaba Ariel Rot, que participó en su último disco, Aviones, donde también estuvo Andrés Calamaro. ¿Otro sueño cumplido, quizá? “Había un sueño pendiente, que era invitar a Andrés a cantar con nosotros, y el tema ‘Amelie’ se prestaba muy bien y hasta tiene una onda cercana a su disco El cantante, con instrumentación muy minimal, con contrabajo y todo acústico. A Andrés le encantó la canción y quiso colaborar y poner su arte y voz inconfundible. Luego vino Ariel al estudio y puso un solo, en ‘Llévame al baile’, pero fue un encuentro más casual, porque tenemos una amistad más de calle, de vernos seguido, a diferencia de Andrés, que siempre anda entre España y la Argentina. Ariel pasó por el estudio a ver qué estábamos haciendo, enchufó una guitarra y puso su solo”.
Los más exitosos del pop rock
La relación de Pereza con el rock argentino va más allá de la amistad con figuras como Calamaro y Rot, ya que los más memoriosos recordarán que en 2006 participaron del disco tributo a Andrés Calamaro, Calamaro querido! Cantando al Salmón, donde hacen una versión de “Mi enfermedad”, nada menos. También vinieron en noviembre de 2008, dieron abundantes reportajes y un recital showcase de promoción. Además, cuentan con el anecdótico dato de tener un fan club local.

02 abril 2010

2 de abril



La Guerra de las Malvinas/Eduardo Galeano

La Guerra de las Malvinas, guerra patria que por un rato unió a los argentinos pisadores y a los argentinos pisados, culmina con la victoria del ejército colonialista de Gran Bretaña.
No se han hecho ni un tajito los generales y coroneles argentinos que habían prometido derramar hasta la última gota de sangre. Quienes declararon la guerra no estuvieron en ella ni de visita. Para que la bandera argentina flameara en estos hielos, causa justa en manos injustas, los altos mandos enviaron al matadero a los muchachitos enganchados por el servicio militar obligatorio, que más murieron de frío que de bala.

01 abril 2010

Segunda Cita


El trovador declaró en Casa de las Américas que este nuevo fonograma es un homenaje a la Cuba de las últimas cinco décadas, porque sigue «teniendo muchas más razones para seguir creyendo en la Revolución, que para creer en sus detractores». Como los pintores con sus lienzos, Silvio ha querido empezar cada canción «con mejor fortuna». Pero el trovador las ha iniciado siempre con esa suerte terrenal de saber dibujar con precisión exacta la cotidianidad de nuestra Isla y de su gente.
Ha querido pactar una Segunda cita discográfica, luego de esa primera que dedicó a los ángeles de la historia y al diálogo sobre eventos que han abofeteado a la humanidad, como el derribo de las Torres Gemelas o la guerra de Iraq. En este nuevo encuentro ha volcado su poesía y ha emprendido el viaje, como dice en Sea señora, a la semilla de José Martí.
«Dije que veía venir la cita con los ángeles de mi tierra», confesó este viernes en Casa de las Américas, y así nos trae una docena de letras musicalizadas en las que el autor ofrece su perspectiva de la vida, conectándose con la niñez en El gigante, con nuestra realidad en Sea señora, o con esas mujeres que estremecieron la Sierra Maestra por su valentía en aquella etapa crucial en Bendita (Yo fui una vez).
Huracán es la visión del trovador sobre los ciclones que afectaron el Caribe y a nuestra Isla en 2008. Allí, con una melodía que ilustra entre notas la fuerza del meteoro, al que el músico pide no arrebate salud, y sí que soplen los vientos del amor.
También se inspiró en su época inicial, cuando frecuentaba los espacios donde se presentaba César Portillo de la Luz. Demasiado es una vieja deuda, y declaración de admiración hacia quien lo «alumbró con secretos del oficio de trovador».
Detalles autobiográficos trae Trovador antiguo, mientras Dibujo en el agua brotó del epitafio colocado en la tumba del poeta John Keats: «Aquí yace uno cuyo nombre fue escrito en el agua». Y Silvio se colorea en el preciado líquido «con un creyón turquí». San Petersburgo salió de la casualidad, esa que lo cruzó con Gabriel García Márquez en un viaje donde el autor de Cien años de soledad le dio el argumento de una «novia abandonada que llevaba a cuestas sus regalos de bodas».
Para una cantautora entrañable hay un tema especial (Carta a Violeta Parra). Confiesa Silvio en un pequeño folleto, anexo en su álbum, que fue La carta la primera canción que escuchó de la intérprete chilena. Ante tal dedicatoria a Violeta, los periodistas le hicieron notar que su colega español, Joaquín Sabina, incluyó un tema dirigido a la cantante. «Si es de otro, es una casualidad, pero si es de Joaquín, lo dudo. Lo único que digo es que mi disco está terminado desde junio del año pasado», bromeó.
«Joaquín es mi amigo querido, y eso quizá sea una manera de hacerme una señal desde lejos, aparte de reflejar la admiración que seguramente siente por Violeta Parra», afirmó.
Sin dudas, esta docena de canciones apela a la diversidad musical, como bien dijo en las notas discográficas Víctor Casaus. Segunda cita, aseguró Silvio, es más acústico y tiene como común denominador «al trío de jazz»: bajo, piano y batería, y «a veces guitarras» que él mismo tocó.
Para lograr esa cadencia melódica que exhibe el CD, el cantautor se hace acompañar de Robertico Carcassés (piano), Feliciano Arango (contrabajo), Oliver Valdés (batería y percusión), Niurka González (flauta) y Haydée Milanés (coros), entre otros.
El compositor de Rabo de nube y Ojalá subrayó en Casa de las Américas que este nuevo fonograma es un homenaje a la Cuba de las últimas cinco décadas, porque sigue «teniendo muchas más razones para seguir creyendo en la Revolución, que para creer en sus detractores.
«En realidad cualquier disco que hubiera hecho en esta fecha, lo hubiera dedicado al aniversario 50 de la Revolución, porque el año pasado se celebraba ese aniversario», señaló.
Inmerso en la musicalización de dos películas, Silvio adelantó que es probable que este año pudiera salir un volumen más. Baraja dos propuestas: «Tengo un disco inédito con Afrocuba, con canciones viejas mías que tenía montadas con ellos». Otra de las posibilidades pudiera ser un álbum con Diákara, hecho en México y que no salió a la luz pública.
Según explicó, no planea una gira nacional para promover Segunda cita, aunque no descartó que «cuando coincidamos los músicos que participamos en el disco, pues tocaremos un poquito». Y desde la parte de sus seguidores, ya lo esperamos.

Julio Cortázar - Rayuela Cap. 7


Toco tu boca, con un dedo toco el borde de tu boca, voy dibujándola como si saliera de mi mano, como si por primera vez tu boca se entreabriera, y me basta cerrar los ojos para deshacerlo todo y recomenzar, hago nacer cada vez la boca que deseo la boca que mi mano elige y te dibuja en la cara, una boca elegida entre todas, con soberana libertad elegida por mi para dibujarla con mi mano en tu cara, y que por un azar que no busco comprender coincide exactamente con tu boca que sonríe por debajo de la que mi mano te dibuja...

...Me miras, de cerca me miras, cada vez mas de cerca y entonces jugamos al cíclope, nos miramos cada vez mas de cerca y los ojos se agrandan, se acercan entre sí, se superponen y los cíclopes se miran, respirando confundidos, las bocas se encuentran y luchan tibiamente, mordiéndose con los labios, apoyando apenas la lengua en los dientes, Jugando en sus recintos donde un aire pesado va y viene con un perfume viejo y un silencio. Entonces mis manos buscan hundirse en tu pelo, acariciar lentamente la profundidad de tu pelo mientras nos besamos como si tuviéramos la boca llena de flores o de peces, de movimientos vivos, de fragancia oscura. Y si nos mordemos el dolor es dulce, y si nos ahogamos en un breve y terrible absorber simultáneo del aliento, esa instantánea muerte es bella. Y hay una sola saliva y un solo sabor a fruta madura, y yo te siento temblar contra mi como una luna en el agua. (fragmento)



Alejandra Pizarnik - Piedra Fundamental

No puedo hablar con mi voz sino con mis voces.

Sus ojos eran la entrada del templo, para mí, que soy errante, que amo y muero. Y hubiese cantado hasta hacerme una con la noche, hasta deshacerme desnuda en la entrada del tiempo.

Un canto que atravieso como un túnel.

Presencias inquietantes, gestos de figuras que se aparecen vivientes por obra de un lenguaje activo que las alude, signos que insinúan terrores insolubles.

Una vibración de los cimientos, un trepidar de los fundamentos, drenan y barrenan, y he sabido dónde se aposenta aquello tan otro que es yo, que espera que me calle para tomar posesión de mí y drenar y barrenar los cimientos, los fundamentos, aquello que me es adverso desde mí, conspira, toma posesión de mi terreno baldío, no, he de hacer algo, no, no he de hacer nada, algo en mí no se abandona a la cascada de cenizas que me arrasa dentro de mí con ella que es yo, conmigo que soy ella y que soy yo, indeciblemente distinta de ella.

En el silencio mismo (no en el mismo silencio) tragar noche, una noche inmensa inmersa en el sigilo de los pasos perdidos.

No puedo hablar para nada decir. Por eso nos perdemos, yo y el poema, en la tentativa inútil de transcribir relaciones ardientes.

¿A dónde la conduce esta escritura? A lo negro, a lo estéril, a lo fragmentado.

Las muñecas desventradas por mis antiguas manos de muñeca, la desilusión al encontrar pura estopa (pura estepa tu memoria): el padre, que tuvo que ser Tiresias, flota en el río. Pero tú, ¿por qué te dejaste asesinar escuchando cuentos de álamos nevados?

Yo quería que mis dedos de muñeca penetraran en las teclas. Yo no quería rozar, como una araña, el teclado. Yo quería hundirme, clavarme, fijarme, petrificarme. Yo quería entrar en el teclado para entrar adentro de la música para tener una patria. Pero la música se movía, se apresuraba. Sólo cuando un refrán reincidía, alentaba en mí la esperanza de que se estableciera algo parecido a una estación de trenes, quiero decir: un punto de partida firme y seguro; un lugar desde el cual partir, desde el lugar, hacia el lugar, en unión y fusión con el lugar. Pero el refrán era demasiado breve, de modo que yo no podía fundar una estación pues no contaba más que con un tren algo salido de los rieles que se contorsionaba y se distorsionaba. Entonces abandoné la música y sus traiciones porque la música estaba más arriba o más abajo, pero no en el centro, en el lugar de la fusión y del encuentro. (Tú que fuiste mi única patria ¿en dónde buscarte? Tal vez en este poema que voy escribiendo.)

Una noche en el circo recobré un lenguaje perdido en el momento que los jinetes con antorchas en la mano galopaban en ronda feroz sobre corceles negros. Ni en mis sueños de dicha existirá un coro de ángeles que suministre algo semejante a los sonidos calientes para mi corazón de los cascos contra las arenas. (Y me dijo: Escribe; porque estas palabras son fieles y verdaderas.)

(Es un hombre o una piedra o un árbol el que va a comenzar el canto...)

Y era un estremecimiento suavemente trepidante (lo digo para aleccionar a la que extravió en mí su musicalidad y trepida con más disonancia que un caballo azuzado por una antorcha en las arenas de un país extranjero).

Estaba abrazada al suelo, diciendo un nombre. Creí que me había muerto y que la muerte era decir un nombre sin cesar.

No es esto, tal vez, lo que quiero decir. Este decir y decirse no es grato. No puedo hablar con mi voz sino con mis voces. También este poema es posible que sea una trampa, un escenario más.

Cuando el barco alternó su ritmo y vaciló en el agua violenta, me erguí como la amazona que domina solamente con sus ojos azules al caballo que se encabrita (¿o fue con sus ojos azules?). El agua verde en mi cara, he de beber de ti hasta que la noche se abra. Nadie puede salvarme pues soy invisible aun para mí que me llamo con tu voz. ¿En dónde estoy? Estoy en un jardín.

Hay un jardín.


Las olas - Virginia Woolf

El sol no había nacido todavía. Hubiera sido imposible distinguir el mar del cielo, excepto por los mil pliegues ligeros de las ondas que le hacían semejarse a una tela arrugada. Poco a poco, a medida que una palidez se extendía por el cielo, una franja sombría separó en el horizonte al cielo del mar, y la inmensa tela gris se rayó con grandes líneas que se movían debajo de su superficie, siguiéndose una a otra persiguiéndose en un ritmo sin fin. Al aproximarse a la orilla, cada una de ellas adquiría forma, se hinchaba y se rompía arrojando sobre la arena un delgado velo de blanca espuma. La ola se detenía para alzarse enseguida nuevamente, suspirando como una criatura dormida cuya respiración va y viene inconscientemente. Poco a poco, la franja oscura del horizonte se aclaró: se hubiera dicho un sedimento depositado en el fondo de una vieja botella, dejando al cristal su transparencia verde. En el fondo, el cielo también se hizo translúcido, cual si el sedimento blanco se hubiera desprendido lo cual si el brazo de una mujer tendida debajo del horizonte hubiera alzado una lámpara, y bandas blancas, amarillas y verdes se alargaron sobre el cielo, igual que las varillas de un abanico. Enseguida la mujer alzó más alto su lámpara y el aire pareció dividirse en fibras, desprenderse de la verde superficie en una palpitación ardiente de fibras amarillas y rojas, como los resplandores humeantes de un fuego de alegría. Poco a poco las fibras se fundieron en un solo fluido, en una sola incandescencia que levantó la pesada cobertura gris del cielo transformándola en un millón de átomos de un azul tierno. La superficie del mar fue adquiriendo gradualmente transparencia y yació ondulando y despidiendo destellos hasta que las franjas oscuras desaparecieron casi totalmente. El brazo que sostenía la lámpara se alzó todavía más, lentamente, se alzó más y más alto, hasta que una inmensa llama se hizo visible: un arco de fuego ardió en el borde del horizonte, y a su alrededor el mar ya no fue sino una sola extensión de oro. La luz golpeó sucesivamente los árboles del jardín iluminando una tras otra las hojas, que se tornaron transparentes. Un pájaro gorjeó muy alto; hubo una pausa: más abajo, otro pájaro repitió su gorjeo. El sol utilizó las paredes de la casa y se apoyó, como la punta de un abanico, sobre una persiana blanca; el dedo del sol marcó sombras azules en el arbusto junto a la ventana del dormitorio. La persiana se estremeció dulcemente. Pero todo en la casa continuó siendo vago e insustancial. Afuera, los pájaros cantaban sus vacías melodías. (fragmento) 1931

Virginia Woolf - Orlando

"Habiendo interrogado al hombre y al pájaro y a los insectos (porque los peces, cuentan los hombres que para oírlos hablar han vivido años su soledad de verdes cavernas, nunca, nunca lo dicen, y tal vez lo saben por eso mismo), habiendo interrogado a todos ellos sin volvernos más sabios, sino más viejos y más fríos -porque ¿no hemos, acaso, implorado el don de aprisionar en un libro algo tan raro y tan extraño, que uno estuviera listo a jurar que era el sentido de la vida?- fuerza es retroceder y decir directamente al lector que espera, todo trémulo, escuchar qué cosa es la vida: ¡ay! no lo sabemos. " (fragmento)

“Cuando los besos saben a alquitrán, cuando las almohadas son de hielo,
cuando el enfermo aprende a blasfemar,
cuando no salen trenes para el
cielo,
a la hora de maldecir,
a la hora de mentir.
Cuando marca sus
cartas el tahúr
y rompe el músico su partitura
y vuelve Nosferatu al
ataúd
y pasa el camión de la basura,
a la hora de crecer,
a la hora
de perder,
cuando ladran los perros del amanecer.”

__

“En la posada del fracaso,
donde no hay consuelo ni ascensor,
el desamparo y la humedad
comparten colchón
y cuando, por la calle,
pasa la vida, como un huracán,
el hombre del traje gris
saca un sucio calendario del
bolsillo y grita
¿quién me ha robado el mes de abril?
¿pero cómo pudo sucederme a mí?
¿quién me ha robado el mes de abril?
Lo guardaba en el cajón
donde guardo el corazón.”

__

“Cuando agoniza la fiesta
todas encuentran pareja
menos Lola
que se va, sin ser besada,
a dormirse como cada
noche sola
y una lágrima salada
con sabor a mermelada
de ternura
moja el suelo de su alcoba
donde un espejo le roba
la hermosura.
Nadie sabe cómo le queman en la boca
tantos besos que no ha dado,
tiene el corazón tan de par en par y tan oxidado.”

__

“Algunas veces vivo, y otras veces
la vida se me va con lo que escribo,
algunas veces busco un adjetivo
inspirado y posesivo que te arañe el corazón.
luego arrojo mi mensaje,
se lo lleva de equipaje
una botella…, al mar de tu incomprensión.
No quiero hacerte chantaje,
sólo quiero regalarte una canción.”

__

“Desnuda se sentía igual que un pez en el agua,
vestirla era peor que amortajarla,
inocente y perversa como un mundo sin dioses,
alegre y repartida como el pan de los pobres.
No quise retenerla, ¿de qué hubiera servido
deshacer las maletas del olvido?
Pero no sé qué diera por tenerla ahora mismo
mirando por encima de mi hombro lo que escribo.
Le di mis noches y mi pan, mi angustia, mi risa,
a cambio de sus besos y su prisa,
con ella descubrí que hay amores eternos
que duran lo que dura un corto invierno.”

__

“No soporta el dolor, le divierte inventar
que vive lejos, en un raro país,
cuando viaja en sueños lo hace sin mí,
cada vez que se aburre de andar, da un salto mortal.
Cuando el sol fatigado se dedica a manchar
de rosa las macetas de mi balcón
juega conmigo al gato y al ratón,
si le pido “quédate un poco más”, se viste y se va.
Cuanto más le doy ella menos me da
Por eso a veces tengo dudas, ¿no será un tal Judas
el que le enseñó a besar?”